Sospechas

998 135 164
                                    

Poe fue a visitar la Agencia para llevarle una nueva novela de misterio a Ranpo. Para su sorpresa, Ranpo empezó a cuestionarlo de ciertas cosas que...

¿Así que tú también te comiste al del sombrerito, Poe?

Su tono era algo ¿Celoso? ¿Molesto? Quizás. El hombre del mapache se sentía avergonzado y traicionero, pero asintió con la cabeza.

N-No fue algo tan profundo pero...lo hice... Fue hace más de cinco años. Nakahara-kun me lo propuso, estábamos aburridos y entramos a un hotel. Sólo nos llevó una hora porque...

¡No quiero saber más, Poe!

Gritó cubriendo sus oídos, como si de un niño pequeño se tratara.

Pero, ¿Por qué la pregunta, Ranpo-kun?

Chūya tiene un hijo de cinco años que podría ser tuyo.

¡¿M-Mío?! Pero ni siquiera me vine dentro de...

¡No quiero saber, te dije!

Perdón...

💖

Natsuki estaba durmiendo sobre en un futón, en el suelo. Le habían prestado el conejito de Kyouka para usarlo de almohada. Kenji dormía a su lado.

Ellos se ven lindos. Parecen hermanos.

Comentó Kyouka. Atsushi sonrió tierno. Ambos observaban desde la puerta de la habitación.

Kenji-kun sería un buen hermano mayor.

¿Qué están mirando, mocosos?

Kunikida se acercó a ellos, posando cada mano en un hombro de Atsushi y Kyouka, quienes se sorprendieron.

¡¿K-Kunikida-san?! ¿Vienes a ver a Natsuki-kun?

No me interesa el mocoso de Nakahara. Vine a despertar a Kenji.

Se adentró a la habitación, quitando la sábana que cubría a Kenji y despertándolo sin cuidado.

¡Oye, mocoso! ¡Levántate! ¡Hay trabajo!

El rubio talló sus ojos y lentamente recuperaba la visión. Al sentarse, despertó a Natsuki, quien buscaba a Chūya con la mirada, olvidando que no estaba a su lado.

¿Mamá?

Sus ojos se llenaban de lágrimas, otra vez, al no ver a Chūya.

K-Kunikida-san... Natsuki-kun...

Atsushi le tenía cierto miedo a los niños. Pero tenía el presentimiento de que Kunikida podría tranquilizar al pequeño Natsuki.

Vayan a su trabajo, Atsushi, Kyouka, me quedaré con el mocoso. Iré pronto.

💖

Entonces, ¿dices que tu mamá no es tan ogro como parece?

Kunikida estaba entretenido en una conversación con un niño de cinco años. Había olvidado regresar a su trabajo y sus tiempos...también estaban olvidados. Parecía agradarle el momento. Pero eso no significaba que quería ser el padre de cierto niño pelirrojo.

CORRUPTION GRAVITY [MPREG, BOY LOVE]Where stories live. Discover now