SOMOS LOS INDICADOS

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No voy a negar que, si me dolió que se quedara callada, su silencio me mato. Es como si me hubieran arrancado una parte del pecho para no volver a dejarla en su lugar.

Correr hasta ella y que no conteste me dejo herido, peor que me diga que estaba rota por fuera y por dentro fue lo que me dejo sin aire en los pulmones.

—No soy digna para ti Aran, no lo soy. ESTOY ROTA ARAN, ESTOY ROTA —se rompe a llorar y la veo caer de rodillas al duro suelo.

Corro a ella y la abrazo. Pego su cabeza a mi pecho y solo escucho como solloza contra mí. Mi dolor se hace insoportable, me mata saber que esta llorando porque no se siente completa, me duele saber que su autoestima esta por los suelos, pero lo que mas me duele es pensar que tal vez ella este tan rota como lo dice y no tengo la menor idea de como ayudarla porque yo estoy igual de roto que ella

—No soy la indicada —dice con la voz rota

—Shhh...no hables. No digas nada que solo logras romperme más Mía, quédate conmigo sin importar lo que sea que nos haya pasado, sin importar las clases sociales, sin que nos importe el mundo. Solo quiero que seamos tú y yo contra el fin del mundo, tú y yo que coincidimos por el destino —le digo y espero que entienda que a pesar de todo lo que su cabecita le dice yo aun quiero luchar por esto que siento, por estos sentimientos que son mas fuertes que cualquier otra cosa en mi interior.

—O talvez fue la casualidad —me dice ella y asiento porque es la verdad.

No estoy seguro si fue el destino o la casualidad lo que nos juntó, pero quiero aprovechar cada instante a su lado y recuperar el tiempo perdido.

Me quedo pegado a ella y el tiempo es lo que menos em importa en este momento.

— No quiero que esto sea un sueño, no quiero ilusionarme para luego caer y no saber cómo levantarme. —dice ella y solo la abrazo aún más.

—No es un sueño Mia, te quiero más que a mi propia vida. —le digo y pego mis labios a los de ella.

Mi pecho se infla de amor y siento que en cualquier momento voy a reventar por las emociones que ahora mismo estoy sintiendo.

Solo ella merece mi confianza, solo ella merece el brillo de mis ojos, solo ella es el resplandor que ilumina mi día a día, solo ella es capaz de hacerme sonreír en un día gris, solo ella me ilumina porque es mi pedazo de sol. Mi pequeña lucecita que con sus rimas me enamoro, una pequeña que deje hace 5 años, pero ahora pienso recuperar así sea lo último que haga.

—Te quiero y no pienso dejar de luchar por ti —le digo y no se si mi voz es de felicidad o tristeza. Solo se que la quiero hoy, mañana y siempre a mi lado.

Quisiera que esto sea un sueño de jamás despertar, que solo ella sea mi mundo y mi respirar, que Mia sea el único motivo por el cual debo vivir, que sea mi lugar eterno, mi lugar seguro, pero sobre todo que sea mi pequeña lucecita hasta el final.

Cada vez que la miro me enamoro de ella como si recién la estuviera conociendo, amo sus imperfecciones que se han vuelto perfectas para mí, amo cada detalle que hace, de cómo arruga la nariz cuando algo le disgusta, de cómo frunce el ceño cuando no entiende algo, de como dobla el cuello cuando esta perdida, amo cada faceta de esa loca cabeza que tiene, la amo a ella a pesar de no saber lo que es el amor.

—Promete que lucharemos por lo que tenemos, que no me dejaras solo en el juego —le digo y ella solo asiente.

No me pasa desapercibido que no lo diga con palabras, pero no la quiero forzar a algo que aun ella no esta segura que pasara. Me parece tan irreal que hoy ambos hayamos confesado que nuestros mundo se volvieron a encontrar.

—Cuando te conocí no pensé que esto pasaría, no sabia lo que era amar y sin saberlo lo empecé a anhelar, tus palabras bonitas fueron mi despertar, pero cuando las dejaste de decir me llevaron a mi mal. No me despedí por cobarde no porque no te quería, no quería que se aun adiós, peor tenia miedo que así fuera. Mi mundo cambio tanto que ni yo misma lo acepto aún. Llegaste nuevamente a animarme con esa luz que solo tú tienes. Si el amor fuera una condena, prefiero pasar toda mi vida encarcelada a tu lado. Mientras mi mundo sean tus ojos y tu corazón mi hogar yo estaré dispuesta a seguir contigo amor. Te amo Aran, te amo y sé que no soy la más expresiva, pero te amo y no olvides —me dice ella y aun abrazados aspiro su cabello.

—Eres la única capaz de destruirme y repararme con una sola palabra. Confió en ti ciegamente y se que nuestro camino no será fácil, pero quiero tomar ese riesgo.

Acompaño a Mia a su habitación y al dejarla veo que Odette nos mira fijamente.

—Hoy no —dice Mia y se despide de mi con una media sonrisa

—Vendré mañana.

Salgo del refugio y tomo un taxi para llegar a mi casa. En el camino reflexiono sobre lo sucedido, se que Mia esta destrozada por todo lo que le paso, dejare que ella misma confía nuevamente en mi para que me cuente lo que la atormenta, quiero que mi pequeña siga brillando sin necesidad de mas luz que la de ella misma, porque nunca me cansare de decir que Mia Saldarriaga brilla con luz propia, ella es la estrella mas brillante del mundo, mi estrella favorita.

Ella y yo somos los indicados, ella y yo nacimos para amarnos el uno al otro. Ella es mía y yo soy suyo.

Destino o casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora