DEJAME PENSAR

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Me despierto y me alisto para llegar a tiempo a mis clases.

MAMÁ

Quiero que regreses para navidad

Leo su mensaje y bloqueo el celular dejándola en visto

No tengo ganas de hablar con ella ahora, se que es cobarde de mi parte solo ignorar el tema, pero no tengo nada que decir al respecto.

Mi mente esta hecha un lio y mi corazón manda señales confusas, ambos logran desestabilizarme.

Termino de cambiarme, tomo un poco de café y salgo para la universidad.

Llego al salón de Literatura creativa y veo a Romina sentada.

—Tienes una cara de muerto viviente —le digo riéndome para sentarme a su lado

—No vuelvo a beber entre semana y menos contigo —me dice y toca sus sienes

—Toma —le digo y entrego el ibuprofeno

—Gracias —me dice ella y toma la pastilla

El profesor llega y todos nos quedamos en silencio.

—Buen día alumnes —saluda

Para muchos esto fue nuevo ya que por lo general un profesor dice alumnos y no alumnes, pero el profesor nos dijo que él no era excluía a ningún género.

—Buen día —decimos unísono todo el aula

—Hoy tocaremos la erótica, así que hagan una pequeña escena y lo muestran en clase. Necesito ver su imaginación volar —nos dice

Nunca antes le escrito erótica, no soy de esos escritores, mi fuerte son los poemas y el romance juvenil.

—Suerte cerebrito —dice Romina burlándose

La fulmino con la mirada y comienzo a idear mi próximo fragmento.

Hans empuja suavemente mis hombros haciendo que me caiga de espaldas en el mueble.

Siento como sube mi falda y su lengua ataca mi vagina.

—No seré el primero, pero si seré a quien no te puedas sacar de tu linda cabeza — me dice y comienza a comerme el coño

Su lengua experimentada chupa y lame mi vagina sin dejar ni un solo rincón. No se concentra solo en mi clítoris, él lame todo y eso me excita aún más.

Siento como sus dedos entran en mí de una manera brusca y tengo que morderme los labios para no gemir.

—Deliciosa — dice Hans mientras sigue lamiendo mi coño como si fuera el mejor manjar.

Mis caderas se mueven al ritmo de su lengua, mi espalda está en un arco perfecto.

Siento el orgasmo aproximarse y sé que Hans también lo siente.

—Córrete para mi preciosa — me dice y mete sus dedos a mi tan rápido que me corro en ese mismo instante.

Las piernas me tiemblas y Hans esta succionando todo para dejarme limpia.

Quiero devolverle el favor, pero no puedo.

—Sabes demasiado bien — me dice él y sonrió

—Te he dejado con una muy notoria erección — le digo — déjame ayudarte

Le bajo el pantalón junto con su bóxer y con mi mano comienzo a masturbarlo.

Destino o casualidadWhere stories live. Discover now