Parte 1

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Ya había pasado dos meses desde aquel evento tan importante, estábamos en enero del 2018.

Aun hacia frío aquí en Corea y yo traía un abrigo de Jisung, ya todo la comunidad de jugadores sabían que Jisung y yo estábamos juntos.

Diario hacia stream de cuando viajábamos, tanto el a México como yo a Corea y él seguía con sus actividades en el competitivo.

Caminaba con dos cafés en mis manos, él sabía que estaba aquí en Corea pero aún no llegaba con él.

Llegue al edificio de departamentos y el guardia ya me conocía así que no habría problemas con eso.

Tome el ascensor y subí hasta el piso donde vivía, toque la puerta y me abrió un Jisung medio dormido, su cabello estaba revuelto y sus ojos aun permanecían cerrados.

-Creí que llegarías en la tarde- deje los cafés y lo abracé.

Él me correspondió y recargo su mentón en mi hombro, era evidente que era mucho más alto que yo.

-Te extrañe- dije y él me apretó más, no era así de cariñoso en público y eso me gustaba mucho de él.

Se separo y me beso, lentamente, hace dos semanas que no nos veíamos y ya quería verlo.

-¿Como esta todo allá? Cuéntame que hiciste en México- se sentó y tomó el café que le había traído.

Quite mi abrigo y lo deje en la sala, me senté aun lado de él y recargue mi cabeza en su hombro.

-No hice mucho, estuve en el trabajo y por las noches haciendo stream, mi mamá quería que tuviera un descanso aunque sea un día- tome del café.

-Vaya, trabajaste duro eh, pero lo bueno es que ya estas aquí conmigo- sonrió y dejó el vaso solo en la mesa.

Deje el mio también y él me tomó entre sus brazos, yo rei y le pedí que me bajará pero no acepto.

Me llevo hasta la terraza que tenia en su departamento y ahí me bajo.

-Algún día no dejaré que te regreses a México- me abrazo por detrás poniendo sus manos en mi abdomen.

-Ese día será el mejor de nuestras vidas, ya lo veras-

El timbre sono y Jisung gruñó, quito sus manos y fue a abrir, pronto los gritos y borloteos de sus amigos y compañeros de equipo inundaron el departamento.

-¿Por qué no vinieron otro día?- pregunto Jisung y sus compañeros rieron.

-Por qué sabíamos que hoy llegaría Valentina y por eso estamos aqui-

Me acerqué a ellos y me saludaron, el resto del día lo pasaron aquí, por el atardecer se despidieron y sé fueron.

Estaba algo agotada así que me recosté en el sofá mientras Jisung lavaba los platos de la comida. Tome mi teléfono y vi que tenia unos mensajes de un número desconocido.

Los abrí y me asuste un poco, no sabía quién era y qué quería, Jisung me miró y se preocupo en ese instante.

-¿Qué pasa? ¿Todo bien Vale?- lo mire y le sonreí.

-Todo bien mi amor, no te preocupes, solo que no conocí el numero- deje mi teléfono y me acerqué a él.

Puse mis manos detrás de su cuello y lo bese, puso sus manos en mi cintura y empezó a jugar con el borde de mi blusa.

Lo mire a los ojos y le sonreí, de verdad me encanta este chico y lo amo más que a mi vida propia.

Tomo mi camisa y la saco, me quedé en bracier y empezó a desabotonar mi pantalón, en ese momento me di cuenta que frío no hacia desde que estábamos juntos.

Termino de desabotonar mis pantalones y yo los baje, hasta quedar solo en ropa interior. Él quito su camisa y me tomó bruscamente y me beso.

Me subió a la barra que estaba ahí en la cocina y empecé a quitar su pantalonera, hasta que se quedó en bóxer.

-Me encantas Vale, te amo demasiado- me beso el cuello y yo sentí el amor que me tenia.

Esa noche la pasamos dándonos amor mutuo, no quería alejarme de él pero los dos teníamos mundos distintos y lo que nos tenía juntos era el amor incondicional que nos teníamos.

A la mañana siguiente nos despertamos y vimos las calles cubiertas de nieve, los dos estábamos viendo a través del gran ventanal que había en su habitación.

-¿Deberíamos quedarnos en casa?- pregunte y el suspiro.

-No puedo, hoy tengo que trabajar, nuestro coach quiere que juguemos diario para no perder nivel- hice un puchero y lo abracé.

-Entonces ¿Te veré hasta la noche?- Él asintió y dejó un beso en mi frente.

-No te preocupes Valentina, encontrarás algo que hacer, estoy seguro- sonrió y le devolví la sonrisa.

Horas después se fue y yo me quedé ahí, sola. Tome mi teléfono y mire el mensaje de aquel número.

Desconocido:
No te dejare ser feliz pequeña zorrita.

Me inquietaba un poco, sabía quien era y me inquietaba mucho que tratara de hacer algo en contra mía y de Jisung.

Esa tarde hice stream desde la casa de Jisung y prepare la cena.

Locked out to heavenOù les histoires vivent. Découvrez maintenant