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Domingo, 1:00p.m
Terminó de tocar aquellas partituras de violín para seguido mirar impaciente a su pareja, quien le miró con aquella hermosa sonrisa que tamto amaba ver y le dió varioas aplausos.
-¡exelente! Has mejorado bastante-le felicitó, correspondió la sonrisa antes de acercársele y dejar un pequeño beso en su mejilla.-
-me alegra escucharlo, vamos, vayamos a pasear por el pueblo, hace unos días vi un nuevo libro y quisiera comprarlo-Kyōjurō asintió y lo siguió hacia el interior de la finca.-
Ya adentro, lo primero que hicieron fué guardar el violín en su estuche para que no se maltratara y luego se acercaron a la puerta para comenzar a bajar la montaña. Una vez abajo, veían como la gente estaba reunida en un solo lugar, con curiosidad se acercaron.
-¡Damas y caballeros! ¡el día de hoy tenemos al ganador de los anteriores seis meses!-al no bajar con mucha frecuencia al pueblo de día, nunca se habían topado con aquel cuiroso concurso-¿acaso habrá alguien que le quite el trono? ¡vamos, no sean tímidos y anímense a concursar! ¡una simple competencia de comida y se llevarán un premio!-
Sus ojos brillaron, era momento de relucir uno de sus talentos que compartía con su novio, Kyōjurō le miró de reojo sabiendo muy bien que planeaba.
-¡Aquellos, el rubio y el peli-______!-los señaló aún con el micrófono en mano-¿acaso desean desafiar a Yoko?-
Asintieron para acercarse al escenario improvisado y subir.
-¡Si que tienen agallas! ¿puedo saber sus nombres?-
-Kyōjurō y _____________-contestaron.-
La gente los miraba espectantes y con impresión al igual que 'el ganador', solo que él los miraba como si tuviera la competencia ganada.
-¡Perfecto, en unos minutos comenzará el concurso!-les pidieron retirarse por unos momentos detrás del escenario.-
Tomaron asiento juntos en unos bancos de madera mientras hablaban sobre lo mismo.
-¿crees que ganemos?-preguntó sonriente-¿cuál será el premio?-
-tal vez, yo igualmente tengo curiosidad.-
Siguieron charlando hasta que el tal 'Yoko' se acercó a ellos, con un aura de superioridad.
-escúchenme basuras, será mejor que salgan del concurso antes de quedar en ridículo frente a todos. Lea advierto, no tienen probabilidades de ganar.-
Mala idea. El ceño del de menor estatura se frunció, siendo mala señal para el rubio.
-Me parece bien. Que gane el mejor.-
Luego de unos minutos fueron llamados de nuevo, donde ahora había mesas y varios platos con onigiris.
-¿onigiris? Esto será fácil-le susurró al Pilar de la Llama, quin asintió confiado.-
-¡Aquí nuestros concursantes! ¡el día de hoy serán unos deliciosos onigiris, el que coma más se llevará a casa un premio misterioso!-tomaron asiento frente a la mesa.-
-suerte perdedores.-
Y así inició el concurso.
. . . . Ganaron. Por mucho. El tipo parecía impresionado ya que no llevaba ni la mitad que ellos, decidió rendirse.
Incluso los espectadores y presentador estaban impresionados.
Al final se llevaron a casa muebles nuevos y el respeto de todos en el pueblo.
