Capítulo 7

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—¿Justo ahora? —

—Justo ahora—gruño el albino severamente...¿Molesto? meliodas no sabía ni como describirlo, tenía el ceño fruncido pero los ojos cristalinos, su cuerpo temblaba y tenía un olor profundo a miedo. Le dedico una mirada a elizabeth quien solo le sonrió para darle algo de confianza, muy poca lamentablemente—¡Apurate omega! —

—¡Silencio! No me llames de esa forma—gruño poniéndose de pie encarando a el de cabellos albinos, se agachó hasta tomar la mano de su albina, la beso con cariño para sonreírle y tras fulminar al más alto por última vez empezó a caminar siguiéndole. No sabía porque le molestaba qué lo llamaran así pero en verdad no le agradaba. El silencio era tenso cargado con el frío del ambiente del bosque y con algo de neblina por la húmedas en el pueblo en el que vivían. Quizá debía de iniciar una conversación, si iba a pasar el resto de su maldita vida conviviendo con esas personas entonces mejor llevar la fiesta en paz.

—Escucha, cuando llegues con él baja la cabeza y no hables a menos de que te dirija la palabra—

—No es necesario eso, ya he hablado con king —se cruzó de brazos

—Si, a solas, pero con su familia y la manada debes de comportarte. Todo es una apariencia—suspiró el chico bajando la mirada—Debes de mostrarle respeto, se lo que sientes. Quieres desafiarlo, correr libre, gruñir y gritarle a todo mundo, pero no con ellos—para ese punto sus ojos carmines eran unos de lastima pura y el sentimiento era tan fuerte que el mal humor de meliodas se evaporo un poco para convertirse en curiosidad. ¿Estaba mal si preguntaba? Debía de hacerlo incluso debían responderle, capaz que cometía alguna insensatez y se molestaban con él

—¿Por qué? —

—La última persona que decidió ser grosero con el alfa frente a todos, perdió la lengua—un escalofrío recorrió la espina dorsal del más bajo, su semblante cambió de curiosidad a miedo y dejó de cruzar sus brazos para ponerlos rígidos a los lados—Muerde tu lengua y no la sueltes hasta que esto haya acabado, vas a disfrutarlo cuando empecemos —quizá eso calmaria su hambre animal, si con eso conseguía estar cerca de sus seres queridos sin ese instinto que le decía que los asesinara—Soy Ban por cierto —

Ban, Ban...la furia del volcán en su interior volvió a encenderse cuando escucho ese nombre. ¿Cómo no iba a molestarse cuando fue uno de los que lo convirtió en esa maldita bestia? No pudo contenerse y a sólo unos pasos de llegar con los demás, lo empujó con fuerza y le dedico una mirada igual de espesa y oscura que un demonio dispuesto a matar

—¡Tú! ¡Idiota! ¡Arruinaste mi vida! —

—¡Fue un error imbecil! ¡Ahora puedes comprender lo difícil que es controlarte sin haber casado! —

—Bastardo, ¡voy a matarte! —

—¡Silencio! —el blondo dejó de gritar y empujar al albino cuando la fuerte y enojada voz de alguien conocido hizo eco en sus oídos. Volteo, solo para ver a el mismo castaño con un a mirada severa seguido de lo que parecía ser su familia. Le dio una mirada exprés a Ban, mordió su lengua haciéndola sangrar levemente y luego agachó la cabeza con respeto hacia el nuevo lider—Comprendo tu ira meliodas, pero no permitiré peleas en mi manada—

—Si...señor—escupió las palabras con un tenso hablar que molesto un poco a el hombre alto de cabello cano y barba larga

—Iniciaremos con la cacería pronto, solo no te pierdas, omega—un vistas de sus ojos esmeralda molesto fue lo único que king necesito para voltear a su familia y decirles que se fueran preparando, una mirada así podría significar que lo dejaran ciego y él no quería ser el tirano que fue su progenitor—Y de paso, calma tu enojo, dudo que quieras terminar como theo—theo...conocia a esa persona pero por el color rojo en sus mejillas y lo blanco de sus nudillos pudo suponer de quien estaba hablando, era el chico que lo insulto frente a todos y perdió la lengua, un rechazado y jugado por los suyos que podía suponer ahora no se encontraba con ellos. Tuvo que asentir levemente sin dejar de morder su lengua y la soltó cuando el castaño se alejo de él, lo menos que quería era morir en su primer intento de acostumbrarse a su nueva vida

Nocturnal AnimalsWhere stories live. Discover now