𝘁𝗿𝗮𝗶𝗻 𝘁𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗮𝗻 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
[TERMINADA]
El miedo nos lleva al sacrificio de otros, pero es el amor, por hermanos, hijos y amantes, lo que nos lleva al nuestro.
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La luz del amanecer comenzaba a traspasar las ventanas del vagón, causando que Sun-Hee poco a poco fuera despertando del sueño. Sus ojos oscuros tuvieron que cerrarse un par de veces antes de adaptarse al nuevo cambio. Notó una extraña presión en su hombro, y al voltearse se encontró con Yeong babeando sobre su chaqueta. Contuvo la risa provocando que un ruido nasal saliera de ella. Su hermano se revolvió en el asiento, apoyando ahora su cabeza contra el cristal.
Esperanzada sacó el teléfono de su bolsillo, pero no tenía ninguna llamada. Al intentar guardarlo nuevamente en su pantalón, halló una oscura y rojiza mancha en su abdomen. Algo había teñido su ropa. Restregó su mano varias veces, sin embargo aquello no se retiraba, en cambio, había ensuciado ahora su piel.
- ¿Esto es...?
Ni siquiera fue capaz de terminar cuando la palabra sangre llegó a su cabeza. Se alzó del asiento como un resorte, atrayendo la mirada de una chica y un chico que llevaban la chaqueta del equipo.
Sus pasos la llevaron apresuradamente hasta el baño más cercano, pero para su infortunio este estaba ocupado. Tuvo que atravesar el siguiente vagón, ocultando avergonzada aquella mancha de la cual aún no comprendía su procedencia. Entonces un recuerdo la atravesó, como un relámpago, la anciana, aquella era la única explicación.
Aliviada terminó entrando en uno de los baños libres. Cuando se retiró la camiseta, y empezó a frotarla con fuerza bajo el grifo, el ver como el agua se teñía de rojo la petrificó en su sitio. Aquello no tenía ningún sentido, el choque no pudo provocar una herida de tal magnitud a la señora. No obstante la otra explicación tampoco conseguía tener lógica, y es que se la observaba muy sana y risueña como para tener una herida tan reciente, una que pudiera teñir la ropa de Sun-Hee solo con tocarla.
Tuvo que detener sus atropellados pensamientos cuando llamaron a la puerta de su baño.
- Ocupado. -respondió más molesta de lo que hubiera querido. Restregó de nuevo la tela, pero estaba tan adherida... La sangre estaba ya demasiado seca. Resopló frustrada, y cuando volvieron a llamar no pudo contener su irritabilidad- Dije que estaba ocupado. -asomó su cabeza, abriendo lo mínimo para que el culpable no viera que estaba en sujetador.
