El último mensaje transmitido en televisión fue del gobierno. Argumentaron con fe ciega que la situación se encontraba bajo control, el ejército estaba evacuando, controlando y suprimiendo los incidentes de violencia. Manifestaciones agresivas fue el término empleado.
Sin embargo, nadie de los presentes se sintió tranquilo tras aquellas palabras. Suspiros pesados, silencios sofocantes y llantos discretos que en vano intentaban ocultar el miedo que los estaba consumiendo. Entonces el vagón empezó a vaciarse, alejándose todos lo más que pudieran de la puerta que los separaba de ellos, los muertos.
Sun-Hee no siguió a la multitud, con su atención aún puesta donde podría estar su hermano. Estaba ahora sentada en el suelo, con su espalda contra la puerta rogando por oír la voz de él. "Estoy aquí. Estoy vivo. Déjame entrar noona" Lo deseaba, deseaba fervientemente escuchar aquello del otro lado, pero solo había gruñidos. Solo y únicamente... gruñidos.
Rodeó sus piernas con ambos brazos, estaba destrozada. Había derramado demasiadas lágrimas, rezado a demasiados dioses, e implorado por una misericordia que no le llegaría. Porque había abandonado a Yeong y carecía de sentido apartarse de aquella puerta. Él podía estar al otro lado, nada más quería verlo una vez más.
Alzó los ojos con lentitud al escuchar una voz a su izquierda.
— Muertos, todos están muertos. —repitió una y otra vez un hombre agazapado en sí mismo— Muertos, todos. —elevó la vista del suelo y chocó con los orbes aún húmedos de Sun-Hee— Vamos a morir todos. —auguró con sus ojos bien abiertos presos de la locura.
— Quizás. —respondió seria ocultando de nuevo su rostro entre sus piernas.
— Les pido atención, por favor. —la voz del conductor se hizo oír en los altavoces— Nuestro tren concluirá el servicio en la estación Daejeon. Los militares están despegados allí, y asegurarán nuestro transporte. Así que una vez lleguemos, por favor abandonen el tren.
El primer pensamiento de Sun-Hee fue la negación. Cómo podría abandonar el tren cuando Yeong aún estaba en él, no podía dejarlo, no sin él.
— Muertos, muertos... —insistió el hombre, la única persona que había quedado junto a ella en el vagón.
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✓ TRAIN TO BUSAN ⎯⎯ ꜱᴇᴏᴋ-ᴡᴏᴏ
Fanfiction𝘁𝗿𝗮𝗶𝗻 𝘁𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗮𝗻 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 [TERMINADA] El miedo nos lleva al sacrificio de otros, pero es el amor, por hermanos, hijos y amantes, lo que nos lleva al nuestro.