✓ TRAIN TO BUSAN ⎯⎯ ꜱᴇᴏᴋ-ᴡᴏᴏ

• ꜱᴇᴠᴇɴ •

La sangre palpitaba, ardiente, bajo el pecho de Sun-Hee. La euforia de haber encontrado a su hermano le invadía cada pequeña fibra del cuerpo. Sus manos se unían en un agarre desesperado, porque sus propias vidas dependían del otro. Yeong no abrió la boca, ni hizo el más mínimo intento de rechistar cuando su hermana lo llevó hacia el otro lado de la estación. Contempló extrañado a sus compañeros del equipo, junto al resto de pasajeros, bajar las escaleras mecánicas que les conducirían al exterior. Sin embargo, por muy desconcertante que le pareciera todo, no dudó de Sun-Hee. Y ella, por desconocidos motivos, tampoco dudaba de Seok-Woo.

La mujer se detuvo cuando la pequeña Soo-An, empezó a cuestionarse el por qué los cuatro iban en dirección opuesta al resto. Miró con los labios apretados a su hermano menor, quien con los ojos húmedos le hacía la misma pregunta. Arrastró de los hombros a Yeong, lejos de padre e hija, a quienes se les acababa de unir también el vagabundo que ella conoció en el vagón.

— ¿Confías en mí? —sostuvo a Yeong por la barbilla, en un gesto dulce y amoroso.

Asintió al instante, observando de soslayo como la hija de Seok-Woo empezaba a lloriquear.

— Pero no en él. —y con sus oscuros ojos señaló al hombre, que minutos antes iba sosteniendo la mano de su hermana— No quiero perderte ahora que te he encontrado. —confesó dejando caer sus manos sobre los hombros de ella.

— No me perderás. —soltó rápidamente. La atroz idea de dejar a su hermano, solo, en aquel despiadado mundo, le heló de pies a cabeza— No lo harás. —repitió más segura, entrelazando sus dedos con él— Y yo confío en Seok-Woo, no sé por qué lo hago, pero es así, hermanito. —él negó con la cabeza.

— Yo... quiero protegerte. —murmuró reforzando el agarre de sus manos. Cerró los ojos, exhalando en el proceso un suspiro pesado. Amaba a su hermana, fervientemente, y lo único que quería era tenerla a su lado— Pero de acuerdo... —se rindió, y justo en aquel instante sus ojos chocaron con la mirada de Seok-Woo, que agachado frente a su hija no había perdido de vista ni por un instante la figura de Sun-Hee— Creo que él también quiere protegerte. —bastó un segundo, para que Yeong descifrara el enigma que era el hombre frente a él, un segundo donde supo con seguridad, que a su hermana no le ocurriría nada mientras ambos estuvieran a su lado— Iremos con él. —afirmó sacando un suspiro aliviado de Sun-Hee.