Multiverse Of Darkness | Doctor Strange

Capítulo 9: Y el hechicero ni se inmuta.

Los ojos de Juliette apenas estaban despegándose, y lo primero que sintió fue dolor de cabeza y nauseas. La boca aún le sabía a alcohol, y aún no había abierto los ojos, pero sabía que la luz del sol que entraba por la ventana iba a hacer que su migraña aumentara. Escuchó su celular sonar varias veces, y a tientas lo buscó por toda su cama, y cuando por fin lo encontró, fue lo suficientemente torpe como para dejarlo caer, así que tuvo que abrir sus ojos para arrastrarse por la cama y estirar la mano para recogerlo del piso.

—Carajo —susurró para si misma cuando sintió un dolor expandirse por toda su pierna, como si la hubieran apuñalado.

Al fin, alcanzó su celular, y aún con la pantalla bloqueada pudo ver la hora. Eran las 8:29 de la mañana, y también se dio cuenta de que tenía más de 5 llamadas perdidas y varios mensajes. Justo en ese momento, entró una llamada, y su corazón se aceleró al ver que realmente quién la estaba llamando era Strange.

¡Daddy Strange nos llama!

Creo que nos está llamando porque dijo que pasaba por nosotras a las 8.

Mierda, es verdad. Aborten misión de ilusionarse.

Deslizó el dedo por la pantalla para contestar.

—¿Hola?

—¡Te estoy esperando hace media hora! —rugió por el teléfono, haciendo que ella se lo alejara un poco.

—Buenos días para ti también.

—Estoy justo afuera de la mansión, sal rápido.

No dijo nada más y colgó. Juls se quedó mirando la pantalla frunciendo el ceño.

Maldito arrogante.

Con todas las fuerzas del mundo se colocó de pie, y más que nunca sintió el dolor subir por su pierna.

¿Qué nos está pasando?

Advirtió que todavía estaba usando el vestido de la otra noche, y al verse al espejo, notó que todo su maquillaje estaba regado, hasta parecía un mapache. Se deshizo de su ropa en un segundo y se metió a la ducha, dejando que el agua fría recorriera todo su cuerpo para ver si al fin despertaba. Lavó su cara para que todo rastro de maquillaje desapareciera. No demoró ni 5 minutos, salió, y cepilló sus dientes mientras buscaba algo de ropa.

Está haciendo un calor de mil demonios, lo siento, Strange pero hoy usaré poca ropa.

Usó un short de jean y un crop top de tirantes. Se calzó unos converse negros y desenredó su cabello.

Creo que nunca nos habíamos arreglado tan rápido.

Ya estaba lista, así que se guardó el celular en el bolsillo y caminó hacia su puerta, pero cuando puso la mano en la perilla, se dio cuenta de que la puerta no cedía. Intentó hacerlo varias veces, pero la puerta no se abrió.

—¿Por qué mierda estoy encerrada?

No quería buscarle explicación, así que se giró para crear un portal que diera al exterior, pero su impresión creció más cuando de sus manos no salió bruma color negra. Bueno, de hecho de ningún color, porque no salió nada, era como si sus poderes se hubiesen esfumado.

Creo que seguimos borrachas.

No, hasta borrachas somos poderosas, esto es algo más.

Su celular sonó de nuevo, y ella lo contestó, ganándose un grito de Strange de nuevo, pero ahora no estaba de humor para poder soportarlo, así que dejó de prestarle atención, y se dio cuenta de que en su mesa de noche había una nota. La tomó, escuchando como al otro lado del teléfono Strange se callaba.