𝙱𝚘𝚍𝚊

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Surrealista; no había otra forma de describirlo. Irreal; para variar en palabras. Caótico; para definirlo.

Eran muchos los adjetivos que se podían atribuir al caso más complicado que se les había asignado. No los juzguen, planear una boda no es tarea fácil.

No involucra sangre, al menos no la de las víctimas. No ofrece misterio, si es que se ignora la elección de manteles. No presenta singularidades..., bueno, quizás esto sí. Porque si hay algo que se puede resaltar, es la peculiaridad que envolvió al par protagonista en los días próximos al evento especial.

Es entonces, muy necesario, el repasar las fases que conllevó tal planeación; o en simples palabras: la criminología de su boda.

Caso #138, Departamento Policial de Detroit (DPD)

El caso denominado Caos despliega una serie de incidentes con dos individuos, un androide y un humano, que casualmente son parte del cuerpo policial. Los detalles se exponen en el siguiente documento.

Conocimiento del hecho:

Llegó a nuestro departamento la denuncia de una problemática que causaba perturbación en una de las salas de la dirección 1301 3rd Av., Detroit. Esta declaración fue hecha por el Oficial Robert Lewis, quien de una manera justificada —y no cotillando, por supuesto—, logró escuchar una disputa entre el policía androide RK900 y el detective Gavin Reed. Tal destemple se dio a eso de las 4:30 p.m. cuando ambos individuos mantenían una conversación en la denominada sala de descanso, el denunciante escuchó pronunciar palabras sugestivas tales como «maldita», «imbécil» y «estólido», mismas que llevaron a la deducción de una pelea que tomaba lugar en las instalaciones. Ante tal hecho, el acusador junto con una persona más, para especificar, el Oficial Chris Miller, entraron al lugar de los sucesos, donde no pudieron encontrar más que una taza de café vacía. Se dejó inconcluso el archivo, pero con una llamada de atención del capitán Jeffrey Fowler, por como dijo explícitamente, «hacerme perder el tiempo con estupideces».

Este hecho solo puede ser aclarado por los propios delatados, quienes saben que intercambiaban ideas en una conversación que se extiende tal que así:

—Tenemos que tomar una decisión.

—Maldición, lo sé. Usa tu ingenio o algo, no se me ocurre nada.

—Tan estólido como se esparaba. Tan solo di un mes.

—No me insultes, maldita hojalata. Al demonio, que sea en... febrero.

—Benigno. En octubre es tu cumpleaños, en diciembre son las fiestas, en enero empieza el año; lo propicio es en febrero.

—Bien, tenemos una fecha pero no un lugar. Qué buen inicio.

—Me encanta tu sarcasmo mal usado. El lugar ya lo he investigado, es excelente, con aforo de cincuenta personas y unos llamativos jardines.

—Me sorprende del androide perfecto, Nines.

—Me subestimas, Gavin.

Inextricable, ¿hablarán de una fiesta? ¿Del Día de San Patricio?, misterio concebido, pero se consta de la veracidad de los hechos.

Comprobación de los hechos:

Declaración aclarada gracias a la invitación de cierta boda, toda vez que se lee «Shriners Silver Garden Events Center. 7 de Febrero, 2040».

Diligencias investigatorias en la escena del crimen:

Se piensa que el exceso de cafeína y un par de cables cruzados fueron los causantes del evento. Planearon con antelación y ejecutaron de manera perfecta, circunstancia que se muestra en la decoración del lugar y el exclusivo bufet. Los participantes se infiltraron —o pidieron permiso—, para conocer el lugar, oportunidad para dejar del modo que se encontró la escena:

Simplemente Reed900Where stories live. Discover now