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– A mí juicio, las rebeliones terminan en la morgue. ¿Cómo sigue la herida? – Le dijo Justina a Rama y le pegó en la mano. – ¿Duele? Más le dolió al señor Bartolomé haber perdido esas muñecas. Las próximas vez explotan ustedes, salvo que acepten la oferta del señor de reinsertarse cada uno en su cloaca. Escucho. ¿Aceptan o se van?
– Yo me quedo. – dijo Monito. Los miraron y él respondió. – ¿Qué? hay morfi.
– Muy bien, monstruito. ¿Y el resto? Contesten. Se van tres… se van dos…
– Me quedo. – dijo Jaz y le siguió Tacho.
– Yo también.
– Y yoni. – dijo lleca.
– ¿Perdón?
– Y yo ni te cuento. – dijo riendo y yo estaba aguantando la risa.
– ¡A callar!
– Eh… yo también me quedo, Justina.
– Lo bien que haces sanguijuela. – Justina se acercó a Rama y a mí.
– Yo no. – dijo Rama y Aleli se acercó a Rama y empezó a negar con la cabeza. – Yo no me voy. Y la enana tampoco.
El resto me miró a mí esperando mí respuesta. Yo quería irme, ser libre en la calle. Pero estaban mis amigos acá, no los iba a dejar en banda. – Me quedo. – dije seca.
– ¡Perfecto! – dijo remarcando la "r". – Así que van a tener que empezar a obedecer, sin chistar, ¿Estamos? De 10 a 16 van a trabajar en la calle, horario bancario, efectivo seguro. De 16:05 hasta agotar stock, van a trabajar acá. Van a empezar con estos ejemplares. Tenaza – Dijo dándole dos fotos a Lleca. – Vamos el tiempo corre, ¡A trabajar! ¡March! – se fue.
– Bueno se terminó lo que se daba. Muchachos a laburar. – dijo lleca caminando a dónde estaba.
– ¿No están hartos de agachar la cabeza y obedecer todo el tiempo?
– Jaz, nosotros le acabamos de dar el "okey, decime que hago lo que vi me digas", al quedarnos. No podemos quejarnos. – dije yendo hacia las máquinas de coser.
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Estábamos bailamos. Si, en vez de trabajar y hacer las muñecas que nos pidió don Barto, estábamos bailando. Bueno ellos, -Rama, Mar, Jaz y Tacho- y yo estaba como vocalista.
Era aburrido ser el mal tercio de las parejas. Pero podía cantar, así que eso lo remediaba. Estábamos cantando una canción que compusimos entre todos.
Amelia y Mar. Te dejo por sus amigos te cambio por otra y no te dijo adios
Rama. tu cabeza está hecha un lio y quedarte en casa es mucho peor
