Final alternativo

338 25 8
                                    

Misato abrió los ojos con pereza. Todavía era de madrugada, por lo que aún quedaban unas cuantas horas más para que salieran los primeros rayos de luz del día.

Miró la mesita que tenía a su lado y tomó su celular, dispuesto a ver la hora, pero había algo que no le estaba gustando y que hacía inquietar a su alfa interior. Desvió su mirada hacia la cama de al lado y supo que era lo que tanto inquietaba a su lobo.

Mashiro no se encontraba en su cama y la puerta no tenía seguro.

El idiota del albino había ido tras Shotaro y él, como un ingenuo, seguía en su cama en vez de correr tras el otro alfa.

—Mashiro... —gruñó el alfa de cabellos negros, apresurándose a tomar el picaporte de la puerta y abrirla.

Caminó lo más rápido que pudo mientras hacía el menor ruido posible, intentando no despertar a los senpais que descansaban creyendo que ambos alfas estaban dormidos. Todos eran unos ingenuos, incluyéndose.

Con el único pensamiento de detener a Mashiro en su mente, llegó hasta la habitación donde estaba el omega en celo. Acercó su mano hacia el picaporte, a punto de abrir aquella puerta que dividía el interior de la habitación del pasillo, pero todo había sido en vano en cuanto escuchó aquel gemido salir de las paredes del cuarto.

Mashiro estaba adentro con Futaba.

Pronto sus sentidos se nublaron. Su omega estaba con un alfa que no era él.

Sacando sus feromonas de enojo, abrió la puerta de un portazo y se adentró a la habitación, negándose a creer lo que estaban viendo sus ojos. Frente a él, el omega castaño dormía gustoso junto al alfa albino que no debía estar ahí.

Mashiro tenía entre sus brazos a Shotaro.

Quería separarlos. Estaba furioso. Pero una voz detuvo tanto a Misato como a su lobo de cometer un asesinato de lo que se arrepentiría toda su vida.

—Mashiro-kun... mi alfa. —decía entre susurros el castaño.

Y Misato lo entendió.

Tanto Futaba como su omega reconocían a Mashiro como su alfa... no a él.

Misato miró el suelo. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? El único omega que había captado su atención en toda su vida estaba en brazos de uno de sus amigos, por no decir su mejor amigo.

Se sentía tan patético. ¿En serio creyó que él era el dueño de los suspiros de Futaba? ¿En serio creyó que alguien tan perfecto como Futaba se fijaría en él?

La verdad era que la vida no era un cuento de hadas donde él tendría su "Y vivieron felices para siempre" junto a Futaba... o tal vez si era un cuento de hadas, pero él no era el protagonista, sino que solo era un extra que le daba más emoción a la historia.

Una mano en su hombro lo trajo de vuelta a su triste realidad.

—Vámonos. —dijo Keisuke, sabiendo que Mashiro y Shotaro no irían más allá de lo indebido. El omega mayor, como toda una madre preocupada, se había quedado despierto, vigilando la puerta de la habitación de los dos alfas, sin embargo, por un descuido suyo, ambos alfas salieron de la habitación en busca de Shotaro, por lo que Keisuke no dudo en ir tras aquellos calenturientos alfas.

Misato solo asintió y cerró la puerta de aquella habitación.

Aquel día, Mashiro y Shotaro dieron inicio a su relación, la cual estaba destinada a ser puramente feliz, mientras que Misato solo podía hacerse a un lado.

Una semana completa tuvo que pasar para que el celo de Futaba desapareciera por completo, sintiendo vergüenza de lo que hizo su omega con su alfa mientras él no era del todo consciente.

—¡Shotaro-kun! —chilló Onagawa, abrazando al menor del equipo. Su lindo y adorable kohai había regresado y él no podría estar más que feliz por aquello.

Shotaro recibió gustoso el abrazo que le daba el beta rubio, ignorando los gritos de los capitanes, quienes peleaban entre ellos por la relación que había florecibo entre Mashiro y Futaba, los dos bebés de ambos equipos.

—¡Tu niño engatusó a mi bebé! —chilló Masamune, siendo agarrado por Keisuke para que no se abalanzara sobre el capitán del otro equipo.

Mientras tanto, el pelilila del otro equipo tomaba al otro pelirrojo para que dejara de pelearse.

—¡Mashiro solo es un bebé, tu niño en quién engatusó al mío!

—¡Ya dejen de pelear por una vez en sus vidas!

Y mientras que ambos capitanes peleaban, Mashiro se acercó a Misato, quien se mantenía un tanto alejado de los demás.

—Cuídalo. —le dijo Mashiro, algo que desconcertó al otro alfa.

—¿Eh?

—Voy a tener que regresar a mi preparatoria —explicó el albino—, y no puedo transferirme a esta escuela, por eso te lo pido. —Las prácticas ya habían terminado, por lo que Mashiro y su equipo tenían que irse a su respectiva preparatoria, sin embargo, eso no impediría seguir viéndose con su omega. —Eso no quiere decir que no estaré pendiente de ti, Misato-kun.

—¿Sabes? Que seas su novio, no quiere decir que siempre estarás con él. — dijo Misato.

Mashiro sonrió.

—Tomaré en cuenta tu advertencia, nos vemos.

Misato vio como Mashiro caminaba hacia Shotaro, lanzándose entre sus brazos como un niño chiquito que ve a sus dulces.

Misato ya lo sabía, pero no quería aceptar que "M & F♡" siempre significó Mashiro y Futaba.

.

.

.

Mashiro-kun ya se fue a su propia preparatoria. Voy a extrañarlo mucho, pero él me prometió que nos veríamos en nuestros tiempos libres.

Estoy tan feliz de saber que mis sentimientos son correspondidos.

Mi omega y yo estamos tan felices.

—Shotaro de Mashiro♡

.

.

.

Una personita me escribió pidiéndome que si podía hacer un libro (fanfic) de Mashiro x Futaba, sinceramente no me llama tanto la atención como para hacer un fanfic de ellos, pero se me ocurrió hacer un final alternativo de este fanfic.

Tal vez después escriba otro final alternativo, pero ahora con un trío, ya que ví que muchos esperaban eso.

En fin, gracias por leer.

Diario de un omega despistado |Bakuten / Backflip| 🔞Where stories live. Discover now