Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El otoño de ese año pintó las montañas de Belbaz en colores vivos de escarlata, azafrán y rojizo. Y en el aire danzaba el exquisito aroma del dulce de calabaza, y los días eran lluviosos y las noches estrelladas.