fotografía || TR || [ Angry x Rindou ] [ Ringry ] +18

negación

Pasadas tres semanas desde su último encuentro sexual, Souya no le mandó ningún mensaje, no es como si fueran novios o algo por el estilo, le gustaba follárselo y ya. Pero ya comenzaba a extrañarlo y se dio cuenta en el momento donde su cabeza y pensamientos sólo se regian por los recuerdos físicos de ambos, incluso melosos.

Él tampoco quiso mandarle mensajes o llamarlo, quería que Souya tomara la iniciativa en algún momento, pero nada, y eso lo estaba enojando.

—Llevas días con la cabeza en todos sitios.— Ran daba vueltas alrededor de su hermano con el fin de perder el tiempo.— South está notando que estás distraído, ten cuidado, imbécil.—

Rindō despertó de su trance.

—¿Ah? ¿Qué dijiste?.— Agitó un poco su cabeza.

—¿Ves? Ya dime qué diablos te tiene la cabeza tan ocupa-....— Hizo memoria vaga.— Rindō, no me jodas...— Miró molesto al rubio y se acomodó a un lado del rubio.

—¿Qué? Ran, no te entiendo.— Rodó los ojos.

—¿Te enamoraste?.—

Rindō se lo tomó por sorpresa.

—¿Qué? No. ¿De quién?.— Suspiró cargando su cuerpo contra la baranda del parque en donde se encontraban.

—No lo sé, tú dime...— Sonrió de lado.— ¿En qué piensas tanto entonces?.—

Rindō se estaba haciendo el tonto, sí sabía de quien estaba enamorado, pero lo mejor es mantenerlo en secreto, no quisiera incomodar a su hermano y menos que la noticia llegara a oídos de Minami, evitando que Souya estuviera en su radar en caso de cualquier estupidez que pasara por la psicópata mente del brasileño.

—Yo creo que son cosas tuyas, he estado pensando un poco en qué haremos a futuro los dos.— Observó por el rabillo del ojo al de trenzas.— ¿Tú qué piensas que deberíamos hacer?.—

Ran dió un vistazo al cielo nocturno, suspirando y luego volviendo a observar a su hermano.

—Quiero controlar algo más que Roppongi.—

—Si seguimos así supongo que nada nos detendrá, últimamente te veo muy feliz Ran...—

El de trenzas se tensó un poco.

—Oh, sí... El negocio de los narcóticos ha ido excelente...— Mintió con la causa de su felicidad.

—Estupendo...— Confiaba en su hermano, sabe que no le mentiría.

Los días siguientes a su conversación fueron cruciales para Rindō, se sentía algo afligido por el hecho de ser dominado por un mocoso, es decir, él se lo folla como nadie y lo tiene bajo su cuerpo como quiere, pero ahora el mocoso es quien domina sus pensamientos y se siente traicionado al verle salir de su escuela tan tranquilo con amigos y su hermano.