28. "Cumpleaños de Gael"

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Al volver de Costa Rica, preparamos la fiesta del cumpleaños de Gael, el dieciséis de septiembre. Habíamos pensado en una fiesta íntima y sorpresa aprovechando que no estaría en la ciudad por unos días. Mientras que Gael celebraba su cumpleaños anticipado con su familia y sus amigos en Francia, su amigo Shawn y yo preparábamos lo que sería el mejor cumpleaños de su vida.

Las opciones eran bastante amplias ya que el padre de Gael tenía una casa en la playa, en un lugar tranquilo y algo lejos de la ciudad. Al tener ya el lugar las cosas se facilitaron un poco más. Yo no conocía demasiado a los amigos de Gael excepto a Shawn, que había hecho buenas migas con él y empezaba a ver porque era tan amigo de Gael, a si que fue él quien se encargó de las personas. Lia y yo decidimos aportar nuestro granito de arena yendo al supermercado a comprar la comida para esos días.

El cumpleaños caía en viernes, así que decidimos hacer la "fiesta" el viernes y que nos quedásemos allí unos días para disfrutar lo poco que nos quedaba para volver a la universidad.

—¿Cogemos nachos? — me peguntó Lia mientras yo empujaba el carro hacia delante. —¿Hola? Tierra llamando a Netla

—Si, perdona, coge los nachos— dije volviendo al mundo real

Estos días había estado distraída, pensando en que unos meses Lia ya no estaría aquí y nuestra tradición de ver películas románticas de llorar se esfumaría más rápido que el humo de un cigarro. Sabía que ponerse melancólica no era mi función en aquel momento, a si que intenté darle la vuelta a la tortilla y poner mi mejor sonrisa.

De repente, como si el mundo me escuchase por dentro, reconocí a la perfección la canción que sonaba por los altavoces del supermercado: Breaking free, de mi película favorita de todos los tiempos y que, por suerte, a Lia le encantaba incluso más que a mí.

Como nos pedía el cuerpo, empujé el carro hacia un lado y unos pusimos a cantar y bailar la canción. Nos dio completamente igual que estuviéramos en un supermercado, no podíamos dejar escapar un momento así.

—We're souring— dije gritando y poniendo mi mano como un puño simulando que era un micrófono

—Flying—me continuó Lia de la misma forma

Cuando acabó la canción hicimos como si no hubiera pasado nada y, riéndonos, fuimos al pasillo de las bebidas para completar nuestra compra.

Terminamos la compra y, como no podía ser de otra forma, en el viaje hasta la casa del padre de Gael pusimos la banda sonora de la película High School Musical. Cuando llegó la canción "Gotta Go My Own Way" nos pusimos a cantar la película como si fuésemos Gabriella y Troy, poniéndonos en la situación de que nos separábamos.

Entre canciones de musicales, de Lady Gaga y de Ariana Grande (las dos unas grandes diosas del pop mundial); llegamos a la casa de la playa. Ambas nos quedamos boquiabiertas al ver lo gigante que era la casa. Era blanca por fuera con una puerta enorme de madera, a sus lados había dos columnas del mismo color con algunas trepaderas por su alrededor que le daba un color distinto. Para llegar a la puerta cruzamos un pequeño camino con flores preciosas a los lados. Desde fuera se escuchaba la canción "My Ex's Best Friend". Con el ritmo de la música, entramos con las bolsas en las manos y moviendo nuestras caderas.

Nos acercamos a Shawn y le saludamos. Su padre, que era un gran productor de música y un DJ de éxito cuando era más joven, le había dejado una mesa de mezclas y la estaba probando. Mientras él seguía con la música, nosotras nos dirigimos a la cocina. Si el exterior de la casa ya era una fantasía, me enamoré aún más de la cocina. Era blanca, como casi el resto de la casa, con los tiradores en negro mate y algunos tonos plateados en la isla que había en el medio.

Sin limitesWhere stories live. Discover now