Mis días favoritos

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Saltar de aquí para allá es cansado. Me gusta explorar el mundo, ver personas, conocer otros lugares e ir a la casa de Baji-kun a comer y que me cepille el pelaje, pero es molesto para mi cuando otro gato está ahí, pero a los gatitos del vecindario que no han tenido la suerte de tener un hogar como el mío, les encanta estar en casa de Baji-san. Él los cuida, les da de comer y los consiente, a los gatitos les encanta, sin embargo ninguno se queda con él, es por eso que siempre voy a visitarlo, también porque es el mejor amigo de Fuyu-kun.

He descubierto que los fines de semana, ni Baji-kun ni Fuyu-kun van a la escuela, ambos se la pasan en casa. Baji-kun se la pasa leyendo libros de animales, pero su madre lo regaña diciendo que debe estudiar pues sus calificaciones no son muy buenas, él solo le sonríe diciendo que esta bien, que se esta esforzando mucho en la escuela y que la hará sentir orgullosa. Cando lo escucho decir eso me parece muy gracioso, pues me ha contado Fuyu-kun que Baji es muy malo en las clases, pero que trata de entender y aprender lo más que pueda para no volver hacer llorar a su mamá. La verdad no puedo entender como es que la señora pueda llorar, a mi me asusta pues su carácter es muy fuerte y no es dulce, pero es amable, ella también me alimenta cuando me ve rondando por su casa, quizás de ella aprendió Baji-kun a amar a los animales.

Cuando es fin de semana, me gusta pasar el tiempo estando en casa, de hecho no voy a visitar a Baji-kun, algunas veces lo veo desde afuera de su ventana, pero siempre hay un gato ahí a quien esta consintiendo, entonces vuelvo a casa con Fuyu-kun, pero esos días se la pasa durmiendo hasta muy tarde asi que salgo de su habitación y me trepo en la sala a mirar la televisión junto a la mamá de Fuyu-kun. Recuerdos que al principio no me quería pero, tal como dijo Fuyu-kun, terminó aceptándome en su vida.

—Neko-chan ¿estas aburrido?—. Me pregunta cuando me acurruco cerca de ella y cierro los ojos—. Ese niño se despierta muy tarde los fines de semana, Debería levantarse a estudiar.

Pero, a pesar de parecer molesta con mi dueño, sé que no lo dice en serio, la mamá de Fuyu-kun lo quiere mucho.

Veo la televisión con ella hasta que la puerta de la habitación de Fuyu-kun se abre y él sale aun con la pijama puesta y despeinado, entonces corro hacia él como si no lo hubiera visto en mucho tiempo, él me levanta del suelo y me sonríe.

—Buenos días, Peke J.

Desde que él y Baji-kun son amigos, me comenzó a llamar Peke J, a su madre le encantó pues era más fácil que mi antiguo nombre, sin embargo ella continua llamándome Neko-chan.

—Buenos días, mamá—. Dice después.

—Ya era hora de que despertaras.

—Lo siento, mamá, es que anoche llegué un poquito tarde.

Había llegado a la una de la mañana pues se había ido con lo miembros de su pandilla a celebrar el cumpleaños de alguien, no supe de quien.

—No me gusta que salgas con esos chicos, pero supongo que esta bien siempre y cuando no te metas en problemas legales.

—Descuida, no lo haremos—. Aseguró, pero a veces me contaba que en algunas ocasiones la policía había estado a punto de arrestarlos.

Después de desayunar, Fuyu-kun y yo nos la pasábamos juntos todo el día, él platicaba con su madre y la ayudaba con los quehaceres de su casa mientras yo dormía mi siesta de belleza en la sala, después jugábamos o leíamos mangas juntos o solo tomábamos una siesta. Por la noche venia Baji-kun a cenar y a pedirle a Fuyu-kun ayuda para escribir una carta. No sabia para quien eran esas cartas.

Algunas veces Baji-kun se quedaba a ver una película o a dormir, y a mi me encantaba que estuviera aquí, me gustaba que Fuyu-kun y Baji-kun fueran amigos pues me consentían el doble.

Mis días favoritos siempre habían sido cuando ellos dos estaban juntos.



AmarilloWhere stories live. Discover now