Capítulo Tres

7K 973 245
                                    

Draco siempre ha pensado que el tiempo libre debe sentirse maravilloso.

Después de un embarazo compuesto por un alfa moreno muy preocupado que le dirigía su dieta y un Blaise gruñón también muy embarazado, Draco no tenía mucho tiempo solo. Siempre estaba Harry tras él o Blaise quejándose de que sus tobillos estaban terriblemente hinchados.

Y luego llegó Scorpius. Claro que su bebé es lo que más ama en el mundo, pero también es lo que más absorbe su tiempo en el mundo.

Pero lo cierto es que Draco no está disfrutando mucho.

Para empezar, sus dos alfas se han ido muy temprano. Scorp parecía emocionado y energético, Draco simplemente le pidió a Harry que no lo alocara porque después sería imposible dormirlo.

Cuando Harry se fue, despidiéndose con un largo beso en los labios y múltiples y sonoros besos en las mejillas, decidió darse una ducha tranquilamente. Fue extraño, porque de alguna manera se le hacía incorrecto que hubiera tanto silencio. No había un Harry corriendo de allí para allá, o un Scorpius riéndose y chillando feliz.

Tuvo que poner música para evitar sentirse solo.

Su embarazo le ha dejado las hormonas descontroladas aún, a veces simplemente tiene ganas de llorar de la impotencia cuando cree que es una pésima madre. Otras veces se levanta sintiéndose sexy y con ganas de que Harry le haga el amor al menos ocho veces por la mañana, y otras veces se levanta furioso e irritado.

Así es como Draco empezó cantando una canción de Miley Cyrus como una perra stripper y terminó sollozando en la bañera con Olivia Rodrigo de fondo.

Se enrolló en la bata de Harry, aunque le quedaba gigantesca y lo hacía parecer un monje en realidad. Simplemente emanaba la esperanza de oler al amor de su vida y no sentirse solo.

Se vistió con unos leggins negros que ahora marcaban demasiado sus caderas (anchas y aún más desarrolladas por el embarazo). Decidió darle el primer uso a la camiseta que Lily le regaló que decía 'Las mamás todavía hacemos yoga'. Fue una broma de su suegra, por supuesto, porque Lily sabe que Draco lloró mucho en el sexto mes del embarazo al darse cuenta de que con su enorme vientre no podría hacer más yoga.

"Estás siendo un exagerado. Tu alfa y tu cachorro simplemente están pasando un buen momento padre e hijo." Blaise por supuesto le está dando su charla de madre experta que ya ha pasado por tres embarazos. "No tienes que preocuparte, te van a salir canas si lo haces. Harry sabrá apañárselas, y Ron también está con ellos."

"No eres el más apropiado para hablar, traes a Ed a esta clase de baile."

"Tengo un alfa indignado en casa, Draco. Llevo seis meses poniéndolo a raya, se pone celoso."

"Eso no explica tu hipocresía. Me estás haciendo sentir una madre desesperada pero tú traes a tu hijo."

Ed está sujeto por una especie de correa elástica que está sujetado a su pañal. Draco y Blaise miran al cachorro de un año y dos meses.

"Jamás juzgues mi manera de criar a mis hijos ni de dar consejos." Señala Blaise.

"Lo sé, ¿pero es necesario que tu hijo parezca un perro amarrado?"

"Tú no le has visto morder." Asegura el otro omega. "Créeme, un perro le teme a mi cachorro."

Draco, Blaise y Ed terminan entrando en el edificio, específicamente en la sala donde se supone que su instructor, Instructor Caliente, les dará clases.

Para sorpresa de ambos, muchas son madres bastante cansadas que han dejado a sus alfas con sus cachorros en casa. A pesar de eso, muchas son omegas solteras y jóvenes demasiado estúpidas. Draco realmente extraña la última vez que usó unos shorts tan cortos y tan apretados, probablemente la última vez fue aquel día que Harry lo folló en una piscina cuando tenía veintitrés.

Ahora sus piernas tienen estrías y Draco se asquea de él mismo.

Blaise suspira soñador. "Cómo echo de menos la época en la que me ponía bragas y era sexy." Confiesa y refunfuña. "Ahora he parido tres veces y no tengo el mismo cuerpo."

"Digo lo mismo." Resopla Draco, sintiendo envidia por esos cuerpos tan jóvenes y nuevos.

Blaise mira a Draco. "Te doy un consejo, hazle una vasectomía a Harry. Desde ya." Aconseja, muy seriamente. "Si queréis darle un hermano a Scorp, mejor adoptad un niño chino o algo."

"Gracias, Blaise. Tus consejos son siempre muy útiles y prácticos."

Instructor Caliente tarda más de lo esperado, así que la sala se ha convertido en una especie de 'Terapia Sobre Recuerdos De Parto y Embarazo'. Todos hablan de sus cachorros, de sus hermosos cachorros. Algunos hablan sobre lo duro que fue su parto, y todos ríen cuando Blaise confiesa que un día dejó a Ron con los niños y cuando volvió a casa habían transformado el lugar en un campo de batalla reviviendo la segunda guerra mundial.

"La maternidad es algo maravilloso, me encantaría tanto revivirla." Suspira una omega más vieja.

Blaise tira de Ed cuando el niño va a morder un balón de yoga, el cachorro es un completo indio salvaje. Está en la edad en la que desea morder todo lo posible, así que Blaise debe tener mucho cuidado con Ed y las posibles víctimas de Ed.

"Oh sí, súper maravilloso." Resopla Blaise. "¿De verdad quieres revivir esto, Samantha?" Se refiere a Ed tratando de corretear hasta el balón para hincarle el diente.

Todos se ríen de eso.








"Tío, aún no sé en qué momento mi vida se convirtió en pañales, talco para bebés y niños." Confiesa Ron, agotado. Cierra los ojos un segundo. "Estás saliendo en la universidad con Blaise Zabini y boom, cuando te das cuenta te has casado y tenido tres hijos."

"Papá, ¿puedes comprar esto?" Daniel alza una caja de cereales.

Ron mira a su cachorro. "Dani, sabes que tu madre se enfadará conmigo si hago eso." Dice pacientemente.

El cachorro parpadea. "Pero si mamá se enfada siempre contigo."

El alfa vacila unos segundos antes de contestar.

"Tienes razón, mételo en la cesta. Si se va a enfadar conmigo al menos le daré una razón."

"Veo que las cosas entre tú y Blaise no van bien." Harry hace una mueca.

Harry lleva un arnés en el que sujeta a Scorpius contra su pecho. El bebé está muy bien sujeto y observa todo con curiosidad y fascinación, muchas omegas miran al pequeño alfa de ojos verdes con autentica adoración y ternura.

"¿Qué? No, tío. Bah, las cosas entre Blaise y yo van maravillosamente, como siempre." Niega Ron. "Sé que puede parecer otra cosa. Pero en serio, si hay algo que amo de ese omega es hacerlo llegar al límite del enfado."

Harry sonríe de lado mientras que le da sus dedos a su cachorro bebé para que juegue. "Oí que ha puesto tu guitarra al margen."

Dani frunce el ceño. "Papá, ¿tú tienes una guitarra?"

"Claro que sí, a mí me encanta tocar la guitarra." Contesta, el alfa moreno ahoga una risa. "Oye Dani, ¿por qué no vas a comprar eso de allí? Seguro que mamá se enfada."

"¡Sí!" Y el cachorro se va tan feliz.

Ron mira a su amigo. "Sí, ha puesto mi guitarra lejos de su estuche para guitarra." Refunfuña, la clave secreta entre ambos es perfecta porque están en un supermercado familiar. "No piensa dejar que me acerque hasta que me haga la dichosa vasectomía."

"Es respetable." Harry se encoge de hombros.

"¿A ti te haría gracia que le cortaran las cuerdas a tu guitarra?"

"Bueno, ¿preservativo, entonces?"

"No funciona, Ed es la prueba de eso."

"Lo siento, amigo."

"Sí, yo también lo siento por mi pen—. ¡Daniel Charles Weasley, suelta esa cesta de regalo! ¡Quiero enfadar a tu madre, no que me eche de casa!"

Pañales Para Draco [harco] [Tercer Libro]Where stories live. Discover now