08. Suyeon piensa, Suyeon en realidad no piensa

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13.11.2021

[...]

—3 más 3— demandó Suyeon.

—6— respondió Bahiyyih con una mueca en su rostro.

—Más ánimo, Hiyyih, las matemáticas son entretenidas— intentó animar a su hija mientras veía la hoja, ella le respondió con una mueca más notoria y fingió como si estuviera apunto de vomitar —Eso no lo conocía viniendo de ti, ¿Quién te lo enseño?—

—Ella— apuntó a Rui Qi, que también estaba en esa casa, solo que ella parecía no querer hacer caso al estudio.

—¿Yo?— se hizo la inocente —¡Eso nunca en mi vida!— volvió a fingir inocencia.

—No me sorprende que ella lo haya aprendido de Wen Zhe— comentó
tomándose la cabeza y después se levantó de su asiento —Ya es hora de ir a casa, Rui Qi. Dayeon me dijo que tenías que ir a almorzar—.

—Te pasa por almorzar tarde— comentó Bahiyyih.

—Rayos, es culpa de mamá Wen Zhe por hacer idioteces en vez de cocinar de una vez— se quejó Rui Qi, dejó los juguetes de Bahiyyih a un lado y se acercó a Suyeon para que la guíe a su casa.

Salieron las tres juntas sin ningún problema, Suyeon sabiendo que volverían luego, dejó su puerta abierta. Suyeon tocó repetidas veces el timbre de la casa de Rui Qi, al rato se abrió dejando ver a Dayeon con su típico delantal.

—¡Que bien que llegaron!— Tomó a Rui Qi de la mano y la atrajo hacia dentro —Adios~—.

—Adios~— se dijeron entre todas.

—Mami, mami— se escuchó una voz ajena, algo ahogada por el uso de la mascarilla —¿Me das helado?—

—Cuando entremos, Myah— respondió Cai Bing, buscaba entre sus cosas la llave de la casa.

—¿Listo?— insistió.

—Estoy buscando las llaves, déjame en paz un rato— Sin éxito, Myah esperó un tiempo más, mientras se sacaba la mascarilla por ella misma.

—¿Listo?—

—No— respondió seca, le estaba estresando no encontrar las llaves entre tanto revoltijo, simplemente no estaban en ninguna parte —De seguro las dejé en el asiento—.

—¿Ese dónde se sienta la vecina dominada?— Myah se refirió a Xiaoting.

—¿Qué...?—

—¡Hola, vecina!— saludó Suyeon alegre, detrás de ella venía Bahiyyih con la misma sonrisa.

—Hola— devolvió el saludo —Con permiso, necesito encontrar las llaves, ¿Puedo dejar a Myah con ustedes?— No, Cai Bing, no lo hagas.

—Claro— Suyeon respondió sin saber mucho que decir, no sabía bien en qué se estaba metiendo.

—Ya vuelvo— entonces Cai Bing se marchó a paso apresurado, primero dejó las bolsas con las compras en el suelo frente a su casa.

—Hola, Myah— saludó Suyeon agachándose a su altura, la nombrada devolvió una sonrisa y el saludo con su pequeña mano —¿Qué cuentas?—

—Tengo un juguete nuevo— sonrió alegre, Myah era esa clase que le gustaba presumir lo que le daban con orgullo.

—¿Qué es?— interrogó Bahiyyih acercándose con la misma alegría.

—Esto— sacó un juguete de la bolsa, una pistola de agua y lo último que sacó fue un perfume de bebé, de color naranja.

—Dejame verlos— Bahiyyih se unió al juego, tomó el perfume entre sus manos —¿Qué olor tiene?— preguntó jugando con los accesorios por si le daba al que quería.

—Con esa...— demasiado tarde, Bahiyyih disparó por casualidad el perfume, llegando un gran chorro de este directamente a los ojos de Suyeon.

—¡Au!— se quejó sobándose los ojos con ardor —¿No podían jugar solo con la pistola de agua o lo que sea que tengan?, ¡Duele!—

—Ehh... Es que el perfume llama más la atención, lo siento— Myah respondió apenada.

—¿Myah?— Cai Bing llegó al grupo que estaba a medio pasillo y en medio de las dos puertas de cada familia respectivamente, no se dio cuenta que Suyeon estaba tomando su cara con 
cierto dolor —¿Te estás divirtiendo? Porque te puedo dejar más rato, con la condición que entres luego—.

—¡Sí mami!— respondió, entonces Cai Bing abrió la puerta y la dejó abierta después de entrar.

—Yo no le encuentro lo divertido— Suyeon comentó sonando aún sus ojos.

—¿No?— entonces Bahiyyih por casualidad volvió a lanzar un chorro de perfume que cayó nuevamente en el rostro de Suyeon, otra vez la misma historia.

—¡No!— volvió a limpiarse, esta vez su vista parecía arder cuando intentaba abrir los ojos, por lo que los mantuvo cerrados —Bueno, suficiente juego, creo que es mejor que me vaya a limpiar y Myah a su casa, vamos Bahiyyih— se levantó con su mano tapando el ojo y la otra la estiró.

En su apuro, decidió tomar la mano de su hija para guiarla dentro de la casa, sin embargo, no se dio cuenta por su nula visión, la mano que tomó no era la de su hija.

—Ehh, ¡No!— Myah se quejó por haber sido tomada por error.

—Lo siento, Myah. Bahiyyih tiene que irse— Respondió aún sin ser consciente.

—No, mami— Bahiyyih percatándose tarde, iba a correr para decirle a su madre que no la estaba llevando a ella, pero la puerta se cerró justo en frente de su cara —¡Mami, Myah!—

Golpeó la puerta y no hubo respuesta, en su tonta idea de niña pequeña, no esperó mucho, su idea era ir en busca de Cai Bing dentro de la casa de Myah que habían dejado la puerta abierta, pensaba que eso era perfecto para poder ayudarla a salir rápido de su aprieto por quedarse afuera.

—¡Ayuda!— dijo apenas entró a la casa ajena, miró a los alrededores y no había nadie cerca.

Justo cuando Bahiyyih volvería a gritar, la puerta detrás de ella fue abruptamente cerrada debido al viento, pegó un salto en su lugar por el ruido y el temblor provocado, pero lo que más le daba susto, es que ahora estaba metida en una casa ajena por un casual cambio de hijas.

—¡Ayuda!— volvió a suplicar, ahora con el doble de miedo en la voz que estaba emitiendo hacia el llamado de alguien  —¡Mami me cambió!—

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora