26. Yaning intenta, Yaning lo ¿logra?

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02.12.2021

[...]

—Mamá~— Bahiyyih se quejó, con sus manos, intentó golpear las de Yaning, cosa difícil porque la otra era mucho más grande.

—Hiyyih... Dijeron que es necesario que solo tomes líquido— Yaninh le dio un puchero (vergonzoso) a la más pequeña.

—No, va a tomar comida—.

—Susu— se quejó de Suyeon, que primero, no ayudaba. Segundo, se burlaba constantemente.

—Hablo en serio, es obvio que va a tomar... Líquido y no...—

—¡Susu!— se quejó nuevamente de la misma, la otra rápida hace un movimiento en la mano que ya entendió, eso significa que se dedicaría a pensar qué clase de tonteras le salían de la boca.

—No quiero, no quiero— Bahiyyih se quejó lloriqueando, con su pie golpeaba el piso constantemente y tiraba de las manos de Yaning.

—Bahiyyih— Suyeon se acercó ahora con su idea clara, Bahiyyih paró de hacer el berrinche para mirar a su madre que vino con una sonrisa hacia ella y tomó su rostro entre una de sus manos con delicadeza —Si te portas bien, hay una sorpresa, que te esperará mañana cuando despiertes por la mañana—.

—No, va a despertar en la noche— se la devolvió, solo que Yaning si sonaba algo seca al hablar.

—¡Oye!— Suyeon se quejó de su maldito karma devuelto —De todas formas es posible que se despierte en la noche—.

—Solo quería decirlo... Y bien, ¿Puedo yo saber esa sorpresa?—

—Ya la debes haber pensado, vamos, saca tu alma de niña— Suyeon incentivo a su pareja, que al parecer entendió menos por su rostro siempre inexpresivo, pero Suyeon sabía cuándo se expresaba algo mínimo, cada mínimo detalle lo sabía ver y analizar perfecto —Bahiyyih, solo toma esa agua, vamos a acostarnos y luego ya verás lo que tenemos planeado para ti, por favor créeme, no como lo hace tu madre Yaning—.

—No es que no te crea...—

—Está bien— Bahiyyih se cruzó de brazos, se veía tierna con esa expresión queriendo parecer molesta con su familia.

En contexto, Cai Bing había dicho que sería bueno llevar a Bahiyyih a un dentista, puesto que esta siendo muy pequeña, no tenía certeza si la forma en la que quedó uno de sus dientes por la caída de ayer, sea la correcta. Al día siguiente fueron hacia ese dentista y claramente le tuvieron que sacar a muy temprana edad uno de sus dientes, Bahiyyih estuvo llorando casi todo el día, su primera vez en el dentista fue de lo más traumático. Por suerte, el resto de las heridas en su boca ya eran lo mínimo y solo tenía unas cicatrices que pronto ya no se verían más.

Ahora Bahiyyih que casi no podía comer, solo le quedaba quejarse que quería cosas ricas, cuando era obvio que no la dejarían. Después de tomar un jugo natural, fue hacia su cuarto, Suyeon cuando intentó seguirla, Yaning la tomó por el hombro y la obligó a hablar.

—¿Cuál es la sorpresa?—

—El hada de los dientes, duh— Suyeon se burló un poco, luego sacó una pequeña cantidad de monedas —No puedo creer que no se te haya ocurrido antes algo como eso—.

—Tal vez porque nunca me lo hicieron y nunca supe de eso—.

—Solo tenemos que pedirle que deje su diente bajo la almohada—  apuntó hacia el cuarto de la pequeña y fue directamente hacia allá.

Después de la niña ponerle su pijama, Suyeon se acercó con el diente que tuvo que ser removido, Bahiyyih primero miró con asco a su madre que primero que nada le trajo el malo recuerdo.

—Escúchame, tienes que ponerlo debajo de tu almohada, un poco tirado a la orilla— Suyeon le ofreció el diente y Bahiyyih dudosa lo toma —Duerme, y al despertar, ¡Tadah! ¡Sorpresa!— hizo movimientos exagerados en sus manos.

—Está bien— la niña se dirigió hacia la cama y antes de acostarse, puso el
diente como se lo indicaron —Listo—.

—Perfecto— Suyeon dio un aplauso, luego llevó el cobertor hasta la altura del cuello de Bahiyyih y por último le dio un beso en la frente —Duerme bien—.

Después de dejar a la niña, Suyeon se dirigió hacia el comedor, al llegar se encontró con Yaning que se quedó dormida en el sillón, se había preguntado por qué no fue a darle también las buenas noches a Bahiyyih y ahí encontró la respuesta. Sin dudarlo, se tiró en el sillón que por sorpresa no despertó a Yaning y luego la abrazó. La peli-naranja casi no se dio cuenta, casi involuntariamente cerró el abrazo apenas sintió que se lo dieron.

Horas pasaban, al parecer las dos quedaron dormidas, pero Yaning se terminó despertando en plena madrugada, al ver a Suyeon durmiendo encima de ella, no entendía mucho. La tomó entre sus brazos y la levantó, le costó mucho trabajo, pero ya había aprendido a
sacar fuerza. Por suerte no se despertó y ahora solo le quedaba hacer el camino hasta la cama.

Cuando Yaning dejó a Suyeon recostada en la cama, buscó en los bolsillos las monedas de las que Suyeon hablaba, cuando las encontró, tomó de estas y salió en dirección donde Bahiyyih. Con el cuidado de no hacer mucho ruido.

Al entrar por la puerta, ve a Bahiyyih durmiendo dando la espalda a la puerta, entonces Yaning pensaba que iba a ser momento perfecto para tomar el diente y reemplazarlo por unas monedas. Su trabajo se vio complicado y su plan frutrado, cuando Bahiyyih parecía moverse. Paró en seco apenas vio un movimiento, no sabía que excusa podía darle a la niña por estar en su cuarto a esa hora.

Dio un suspiro cuando Bahiyyih volvió a quedarse quieta. Al tener al frente la almohada, decidió meter con cuidado su mano bajo ella. Ba6 nuevamente se movió y Yaning esperó que se le pasara.

—¿Huh?— Bahiyyih se levantó un rato, Yaning en ese momento literalmente quería que la tierra la tragara y simuló algo como eso.

Se lanzó al piso, entonces cuando Bahiyyih movió su cabeza para el lado, no vio nada. Volvió a recostarse mirando hacia el otro lado y Yaning comenzó su plan de nuevo. Insertó la mano, comenzó a buscar el diente y con un ojo vigilaba a Bahiyyih.

Nuevamente la niña se exaltó, Yaning nuevamente fue al piso, como Bahiyyih ahora parecía más despierta que antes, se fue debajo de la cama para no ser vista. Cuando volvió a recostarse, de nuevo dio un suspiro.

La tercera es la vencida dicen por ahí, luego de unos minutos, Yaning toma por fin el diente entre sus dedos y seguido coloca las monedas acordadas en el mismo lugar donde el diente estaba esperando por ese reemplazo. Con esa misión hecha, se podía retirar.

—¿Mami?— Bahiyyih se había despertado cuando Yaning comenzó a caminar hacia la puerta.

Yaning quedó congelada en su lugar. Piensa, piensa, piensa.

—Eh... Sí, yo venía por unas ropas que se quedaron aquí— disimulando, toma la polera de niña que estaba justo a su lado.

—Ah...— Bahiyyih le creyó y volvió a acostarse.

—Y buenas noches— con todo su cariño, no le podía faltar eso, y se acercó a darle un beso en la frente.

Lo único que le quedaba a Yaning, era desear que a Suyeon no se le olvide que las monedas eran para Bahiyyih y así no las toma pensando que una araña dejó la renta.

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora