The talk.

180 15 0
                                    

El corazón de Yoongi latía tan fuerte que sentía que se saldría de su pecho en cualquier momento. Hace años que no se encontraba en esta situación, agitando su pierna velozmente mientras mordía sus uñas con desesperación.

Eran las seis de la mañana, tal vez quince minutos habían pasado pero el día seguía tenue. El sol ni siquiera había salido aún y el pasillo estaba tan frío que hacía que el ambiente se sintiera terriblemente denso.

—Traqnuilo —escuchó una voz opaca, casi como si se encontrara bajo el agua—, estaremos bien.

Su mirada perdida en un cuadro extraño que estaba mal colgado pudo desviarse hasta su muslo, el cual estaba rodeado por una delgada y bonita mano, adornada con un par de finos anillos y unos cuantos brazaletes. Parecía poder mover la cabeza, pero su cuerpo no respondía.

Una opresión en el pecho le dificultaba respirar aunque por fuera pareciera muy tranquilo. Sus palmas sudaban y su impaciente pierna no dejaba de moverse de arriba a abajo.

—Yoonie, tranquilo —escuchó aquella voz de nuevo, ahora un poco más clara— ¿Estás bien?

Un gran escalofrío se esparció por todo su cuerpo cuando por fin pudo volver a la realidad, y su mirada fue a dar con la de Taehyung. El castaño lo miraba angustiado y con incertidumbre, pero aquella pincelada reconfortante siempre estaba ahí. Y no por el gesto en sí, pero por el simple hecho de que la persona que poseía aquellos bonitos ojos lo hacía sentirse seguro.

Sin decir nada, Yoongi tomó la mano de Taehyung aún sobre su muslo y la entrelazó con la suya, acariciando sus nudillos. El menor se limitó a acercarse lo suficiente para poder descansar su cabeza sobre el hombro del pelinegro y respiró profundamente.

—Estoy asustado —musitó.

Antes de que Taehyung pudiera responder, Namjoon hizo a ambos voltear cuando entró corriendo y las suelas de sus tenis rechinaron.

—Perdón por llegar tarde —dijo agitado— pensé que ya estarían adentro.

—Supongo que aún está ocupado —Taehyung negó— no te preocupes.

Casi al instante, la puerta de la gran oficina se abrió, dejando ver a un SiHyuk poco sonriente.

—Pasen por favor —dijo sin más— buenos días.

—Buenos días —contestaron al unísono mientras entraban.

La oficina se sentía aún más fría que el pasillo, y la tensión perecía estar en el aire. Tomando asiento en las sillas frente al gran escritorio, el hombre dejó caer las manos sobre éste y suspiró.

—Bien, ¿qué necesitan decirme?

Ninguno de los tres pudo hablar al instante. Las palabras parecían no poder salir aunque previamente hubieran preparado lo que dirían.

—Bueno... —Namjoon aclaró su garganta—. Es algo reciente, y quisimos hablarlo con usted a la brevedad porque creemos que es importante que lo sepa.

SiHyuk abrió los ojos con sorpresa y dejó escapar una extraña risa, tomando a los tres por sorpresa.

—¿Tan grave es? ¿por qué de pronto me hablas con tanta formalidad?

Como si los tres estuvieran conectados, rieron ante aquel comentario entre dientes, sintiendo como esa incómoda sensación que los acompañaba disminuía sólo un poco.

—No es que sea grave, pero sí es importante. Estoy aquí porque es mi deber como líder estar para mis miembros, y mi responsabilidad el responder ante asuntos que nos involucren como grupo, pero el asunto en sí es sobre estos dos, así que ellos te contarán.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Where stories live. Discover now