Capítulo 6

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Harry estaba de lo más aburrido en su oficina. Ya había hecho todo el papeleo que tenía que hacer y ahora estaba mirando su escritorio, a punto de quedarse dormido.

Entonces, un búho llegó con un ejemplar de "El Profeta" en el pico. Leyó el titular y abrió mucho los ojos.

- ¡Harry! ¡Adivina qué pasó! – una melena castaña entró por la puerta de su oficina.

- Nunca fui un fan de la adivinación, y tampoco es como si se me diera – bromeó el moreno – Pero ya vi el periódico.

- ¡Lo logré! ¡Pude ayudar a los elfos! ¡Tendrán una vida laboral digna, por fin!

- Supongo que tendré que informarle a Kreacher que tendrá paga y podrá librar los fines de semanas. Ya imagino lo contento que se pondrá – ironizó Harry.

- Pues tendrá que acostumbrarse – dijo Hermione felizmente.

- Ya veremos, ya veremos.

- Aunque hay algo más.

- Cuéntame.

- Bueno... ¿Es cierto que hay un puesto vacante aquí, en este departamento?

- Ah, sí. El secretario del departamento se jubiló hace un par de semanas y pues tienen que encontrar un reemplazo... ¿A qué viene la pregunta?

- Que Kingsley me ofreció ese puesto.

Harry se sorprendió más y su sonrisa se ensanchó (si eso era posible)

- ¿Enserio? ¿Trabajarás en esta planta?

- Uhm... gran pregunta, gran pregunta. Tendría que pensármelo – dijo la chica con sorna.

- Pues no te demores en pensarlo.

- A ver... - Hermione puso una mano en la barbilla y luego sonrió – Pues tal vez si acepte ese puesto, ¿eh?

- ¡Perfecto! Entonces, tú, yo, después del trabajo, una cena, para celebrar.

- Bien, entonces hasta más tarde. – la chica sonrió nuevamente y salió de la oficina.

No había mejor forma de celebrar: una cena con su mejor amigo, la persona que más confiaba en ella. Nada podía ir mejor.

QUÉ HUBIERAMOS SIDO JUNTOS - HARMIONEWhere stories live. Discover now