SILENT BURST [JAKEHOON]

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Aunque costará, y bastante, Sunghoon intentaba prestar atención a las tantas palabras que emanaban desde las cuerdas vocales del sujeto frente al pizarrón. Hablaba mucho y la cabeza de Sunghoon no lograba captar del todo el tema de ese día. Su mente, cuerpo y alma se encontraban pendientes de su pequeño vecino.

Dejó escapar un largo suspiro antes de que el lápiz en su mano comenzará a golpear rítmicamente el papel sobre su pupitre. Cuando la hora finalizó, el pelinegro seguía en su propio mundo esquivando comentarios o gente que intentaba llamarlo. No era consciente de nada a su alrededor y tanto Sunoo como Jay se habían percatado del estado de su amigo.

─¿Sabes qué le pasa?─ preguntó Jay mientras junto con Sunoo seguían al alto.

─Anoche me llamó preguntándome cosas sobre los autistas, supongo que eso lo tiene así, hasta donde sé... ¿Recuerdas al niño raro del que tanto habla? Ese chico tiene la enfermedad.

─No es una enfermedad, es un transtorno.─ explicó.

─Es lo mismo.─ objetó el más bajo.

─No, no es lo mismo. Es complicado de explicar, pero no es como si tuviera una especie de cura. Ni siquiera sé sabe muy bien qué lo causa.

Ambos chicos se miraron por unos segundos hasta que el más pequeño se encogió de hombros como si el tema no le preocupará en lo absoluto.

─En sí, ¿Qué es exactamente lo que
le dijiste?─ quiso indagar Jay.

─Que son agresivos, no sienten emociones y no hablan con las personas... Lo normal y lo que todo el mundo sabe.

Jay negó decepcionado por la respuesta. Nada de ello estaba bien, ni siquiera tenía un poco de sentido en realidad. El transtorno no te hacía por naturaleza agresivo, sino el propio instinto humano. Social o no social, variaba porque a pesar de todo seguían siendo personas y es normal no aguantarse algo entre sí, tal vez por el egoísmo que siempre nos reinó. Y nadie podía carecer de emociones, incluso los que tuvieran aquella extraña enfermedad donde explicaba que se era difícil expresar o reconocer sentimientos, eran inmunes a una emoción. Quizás el verdadero problema no estaba en no sentir, más bien en como expresarlo.

Tenían tiempo para almorzar en esos momentos y cuando llegaron al campo de la universidad buscaron a Sunghoon con la mirada. Más al no verlo se preguntaron qué rayos sucedía con el pelinegro de dos metros. Tampoco era que enterarse de algo tan complicado fuera arruinarle la vida. ¿Hace cuánto dijo que se conocían? Menos que ellos era seguro, sin embargo era extraña la forma de apego que había adoptado el alto con su pequeño vecino.

─¿Entonces sí sienten?─ preguntó Sunoo.

─Aman, quieren y odian, sólo hay que enseñarles cómo demostrarlo, también como percibirlo... Ellos en su mayoría de las veces, no logran comprender con palabras las cosas y no puedes ir y mostrarles la foto de un sentimiento porque es algo abstracto ¿Puedes fotografiar el aire? No, no puedes.

─No te entiendo hyung...

─Sunoo, si yo te preguntó qué es el amor, ¿Me podrías responder?

─Fácil, es un sentimiento.─ respondió orgulloso de lo que había dicho.

─Bien, más fácil, ¿Qué es un sentimiento?

Sunoo iba a responder con una sencilla afirmación pero su cerebro funcionó más rápido que su voz, haciéndolo quedar como un completo tonto.

─A-algo que sientes...─ posiblemente era la respuesta más estúpida que habría podido dar, más no encontraba otra forma de expresarse porque amar era sentir, pero ¿Qué era sentir exactamente?

El mayor lo observó plantearse aquella incógnita dudoso. Sonrió y esperó paciente a que Sunoo supiera responderse a sí mismo. Necesitaba hablar con Sunghoon, ya que lo poco que conocía del chico era que... Era un tanto melodramático. No supo porqué fue que pensó que aquel muchacho estaba por hacer varias estupideces juntas si no lo encontraba para explicarle la situación. Se giró hacía su pequeño amigo quién mantenía su ceño fruncido y el mirar perdido.

─¿Qué es sentir, Sunoo?─ sin más se encaminó a su odisea por encontrar al pelinegro campesino de buen vestir. Habían unas cuantas cosas que debía poner en claro.