Capítulo 1

53.4K 5.7K 3.3K
                                    

Galletas con leche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Galletas con leche.

Capítulo 1.





— Ya es tarde...— comentó el rubio mirando por décima vez la hora en su teléfono. Hacia cerca de media hora que había llegado a casa, sin embargo, necesitaba las llaves parar entrar. Cruzado de brazos y con un humor de horror esperaba en la entrada, buscando aquella melena peliverde responsable de dejarlo esperando.

Era una situación humillante y desagradable. Pero no había mucho que hacer.

Mientras esperaba se quedó pensando en la bolsa de compras que había visto antes de llegar a casa, estaba seguro de que pertenecía al bastardo pecoso que había estado jodiendo con aquellas estúpidas galletas.

"Probablemente botó los ingredientes al darse cuenta de que ya se había ido" JÁ, pedazo de imbécil.

Últimamente se metía en problemas más amenudo, y claro que entendía la desesperación de su madre al saberlo pero, todos esos imbéciles a los que había golpeado se lo merecían. Y cuando se trataba de problemas siempre terminaba involucrado de alguna forma.

— Menuda mierda...— masculló con molestia, pero antes de que pudiera seguir maldiciendo, escuchó unos ligeros pasos acercándose a su dirección.

Alzó la vista y ahí estaba.

Melena verde y pasos temblorosos.

"Jodido bastardo"

¡OÍ! ¿Quién putas te crees para dejarme esperando? Te llevaste las malditas llaves contigo bastardo. — Bakugou se levantó rápidamente, reprochándole al pecoso por haberlo dejado como estúpido esperando afuera de su propia casa.

Una ironía, ya que siempre intentaba salir de ella.

Sin embargo, el pecoso no dijo nada. Bajo su mirada y sacó las llaves de su bolsillo. Katsuki trato de mirarle, pero la sudadera que llevaba encima no le permitía ver su rostro en absoluto.

La puerta se abrió y Bakugou bufo con fastidio.

— Lamento que tuvieras que esperar, me disculpo...— susurró el pecoso mientras entraba en el interior de la casa, dejando una pequeña bolsa sobre la mesa.

El rubio carraspeó al escuchar aquella absurda disculpa.

— No me dio tiempo de hacer más galletas, pero espero que las galletas del supermercado te gusten. — señaló la bolsa, la cual efectivamente tenias galletas, no eran casera ni nada por el estilo, pero eran galletas. — Bueno, vendré mañana. Hasta luego Bakugou-kun...

El niñero pecoso - KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora