Capítulo 16

28.8K 1.7K 3.6K
                                    

Matemáticas con Bakugou

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Matemáticas con Bakugou



Capítulo 16







🌷💖 Hacia mucho que no nos leíamos. Pero me da gusto regresar. Dios, mientras escribo esto ya son más de 160 k, ¿whaaaaat? 💓🥛 No se cuando paso pero que felicidad me da saber que les gusta esta historia. Así que, hago el anuncio. Oficialmente, estoy de vuelta.

No olviden dejar sus galletitas 🍪🥛








CONTENIDO LEMON
No olviden comentar, me hace muy feliz.









Plis comenten :(( me pongo triste cuando veo poquitos comentarios. PRÓXIMO CAPÍTULO CUANDO ESTÉ CAPÍTULO LLEGUE A 500 comentarios 💖


Al día siguiente

— Regla de polinomios, no me hagas repetirlo nuevamente, Izuku. — amenazó Bakugou sin apartar la mirada del pecoso, quien intentaba concentrarse en los problemas que tenía escritos en su cuaderno. Sin embargo, aquellos ojos carmesí sobre él, solo lograban ponerlo más nervioso.

— Si Midoriya mira, las reglas son simples. Si tienes polinovios deben turnarse para ver quien da y quien recibe, o sino estarás todos los días con el trasero adolorido. Una polla es buena, pero dos ya es avaricia. — comentó Kirishima mientras sonreía con seguridad.

— ¿Y qué sucede si hay más de dos? — preguntó Midoriya con seriedad.

Si hay más de dos pollas...entonces me compartes.— respondió Eijiro rápidamente.

¡Son polinomios, no polinovios! ¡Y no se pueden compartir imbécil! — regañó Bakugou al mismo tiempo que soltaba un golpe sobre la butaca con uno de los libros de texto.

— Si Izuku no la comparte entonces se la comerá entera. — justificó Eijiro en una pequeña risita burlona.

— ¡Si! N-no espera, ¡no! — corrigió Katsuki inmediatamente al darse cuenta de a que se refería. Pero antes de que pudiera soltarle un buen golpe a Kirishima, este salió corriendo del aula, dejando escapar una risa completamente divertida antes de irse. — Ese idiota...— espetó el rubio mientras una sonrisa ladeada se extendía por la comisura de sus labios.

Hacia unas cuantas horas atrás había estado librando una batalla contra dos de los bebés más problemáticos que podían haber existido. Él pequeño Deku y Kirishima no se las habían dejado nada fácil. Sin embargo, el efecto del kosei había pasado. Y ahora...

El niñero pecoso - KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora