Dulce Dueño - Kakucho x Lectora

22 - FINAL

-"Cómo te sientes?" Kakucho preguntó acariciando tu cabello

Ambos estaban recostados en aquel cuarto que compartian, tú con tu rostro apoyado en su pecho, y él su brazo a tu alrededor, manteniendote cerca de él mientras te acariciaba suavemente.

-"Es algo extraño... Me siento bien... Pero a la vez... Me siento algo mal... Era como cuando ganaba las peleas en ese lugar... Me sentía bien porque había ganado, pero a la vez sentía pena por quienes habían perdido... Sin saber que les podían llegar a hacer..." dijiste suave

-"Está bien... Tú no hiciste nada malo, no es malo hacer algo para el bien de uno mismo... Y tú te mereces todo... Ya has sufrido demasiado..."  te susurró

-"Me alegra mucho estar contigo Kakucho" le sonreiste alzando tu cabeza "Quiero estar contigo para siempre"

-"Incluso... Incluso en estas condiciones? Dónde hay que vivir con cuidado? Escondidos? Teniendo enemigos y siendo enemigos de otros?" preguntó mirándote

-"Si es contigo... Entonces lo quiero" sonreiste acercandote dejando un beso en sus labios

Eras feliz con él a tu lado, y nadie te separaria de su lado en ningún momento.

Desde ese instante, Kakucho comenzó a tener de alguna manera una doble vida contigo, porque quería ofrecerte lo mejor que pudiera.

Después de todo, seguía siendo tu dueño, y debía cuidar y mimar de ti, no?

Consiguió un nuevo hogar en el cual pudieras estar, incluida con una entrada oculta para él.

Bastantes veces se escapaba sólo para ir a verte, Manjiro se lo permitía sin ningún castigo, con la condición de que no lo hiciera cuando tuvieran que encargarse de algún asunto serio.

De una manera irónica casi, tu te volviste en lo que tu padre por tanto tiempo te intentó convertir.

En una dulce y adorable esposa ama de casa.

Pero no lo hacías por obligación, no lo hacías por miedo, sólo lo hacías por gusto, y porque lo hacías por alguien a quien realmente amabas.

Te veías tan tierna, inocente, incapaz de lastimar a alguien, con tus lindos vestidos y delantales.

En el momento en que unos hombres te vieron con Kakucho, sabiendo que forma parte de una organización enemiga, no dudaron en ir a tu hogar para tomarte de rehen y luego darles un mensaje a Bonten.

Los dos creyeron que era buena idea guardar su conocimiento entre ambos, para tener reconomiento por demás, sabiendo que si lo mencionaban, era probable que alguien más les quite el trabajo y se lleve el crédito de su descubrimiento.

Así que nadie más además de ellos sabían de ti.

Entraron con mucho cuidado a tu hogar, tu estabas tranquila preparando la cena para cuando Kakucho llegará a casa.

-"Yo voy a asegurar la puerta, tu ve por la chica" dijo uno de ellos en un susurro

El otro asintió y fue a la cocina.

Te quedó mirando unos segundos como preparabas todo con una suave sonrisa y tarareando.

Cuando escuchaste el piso crujir, no tardaste en voltear a donde estaba el sujeto.

-"Así que tu eres la bonita esposa de ese bastardo de Bonten" mencionó apuntandote con un arma para que ni hicieras nada

-"Oh... Vienen por Kaku?" dijiste ladeando la cabeza mirándolo

-"Algo así, pero te llevaremos a ti, así lo haremos sufrir más..." se quedó viendo tu silueta "Pero creo que podría divertirme un poco contigo primero..." se acercó apoyando el arma en tu mejilla

Lo quedaste mirando sin reacción alguna.

-"El seguro..." dijiste susurrando viendo el arma

-"Eh?" dijo mirándote

Para luego soltar un gritó de dolor cuando sintio la cuchilla en su hombro.

-"No" mencionaste viendolo sujetar su hombro para luego apuñalar la mano que tenía el arma haciendo que la suelte "No"

Continuaste apuñalando al sujeto que estaba entre gritos de dolor y terror por tu acto, hasta que no hizo sonido alguno.

-"No le van a hacer daño a mi Hitto" mencionaste suave oyendo los pasos del otro

-"Maldita sea-! Quédate ahí-!" dijo alzando su arma apuntandote

Pero no duró mucho más cuando recibió un disparo en la cabeza.

-"Cuidando la puerta delantera... Que idiota" Kakucho mencionó viendo al sujeto en el suelo y luego se acercó a ti extendiendo tu mano "Estas bien amor?"

-"Si!" sonreiste y tomaste su mano para levantarte

-"Mm, mira el desastre que hiciste" río levemente viendo al tipo en el suelo "Te enojaste mucho porque querían hacer algo en mi contra?" acarició tu mejilla, quitándote una mancha de sangre

-"Si! Querían llevarme para que sufras!" dijiste enseguida mirándolo preocupada

-"Esta bien mi princesa, ya pasó" besó tu frente "Mm... La cena huele bien como siempre"

-"Si! Hice tu favorito hoy" Sonreiste dejando el cuchillo en el lavaplatos

-"Cenamos y luego nos encargamos de este desastre?"

-"Por supuesto" respondiste quitandote tu delantal y lo tiraste a la chimenea, este estando cubierto de sangre

Ambos fueron al comedor para cenar juntos, hablaron sobre su día, como si todo fuese normal.

Él siempre cuida de ti, así que tu también cuidas de él cuando se da el momento.

Amenaza a mi dueño, y morirás.

Amenaza a mi mujer, y morirás.

Ese era un principio que ambos tenían, y nadie los iba a separar.