ScarletWidow One shots

Dulce privacidad.

Cinco ocasiones en las que Natasha y Wanda son interrumpidas, y la única en la que no son interrumpidas.

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Uno.

Los labios de Wanda se chocaron contra los de Natasha, fingiendo que ninguna de las dos necesitaba respirar. La misión apenas había sido un éxito, y Natasha se había herido. Así que, mientras se estampaban de espaldas contra la pared, Wanda trató de ser consciente de los puntos de la pierna de Natasha. No funcionó; la herida era demasiado dolorosa.

"Malditos alienígenas", murmuró Natasha.

Comenzó a desmayarse y Wanda la atrapó. No era precisamente fuerte, y cayeron juntas al suelo en la habitación de Wanda. "Quizá deberíamos aplazarlo", sugirió Wanda.

Natasha suspiró, con la mano tirando de las vendas de la pierna. No había decidido esperar a la doctora, ya que había insistido en que no era tan grave, a pesar de que Wanda intentaba insistir. Y aunque Wanda deseaba definitiva y dolorosamente lo que Natasha le ofrecía, sabía que no era una idea tan buena como ella deseaba.

Vio que Natasha empezaba a mirarla y se movía sobre su pierna herida para acercarse a ella. Pero antes de que Natasha pudiera apretar sus labios contra los de Wanda, ésta se apartó. Podía sentir el dolor de Natasha, aunque su novia no lo admitiera. "Nuestra primera vez debería ser más romántica, de todos modos".

"La próxima vez me aseguraré de parar en una floristería durante la visita de un extraterrestre atómico", contestó Natasha con humor. Pero suspiró y asintió, acurrucándose en la cama con Wanda, abrazada en su lugar.

Dos.

El entrenamiento había dejado a Natasha maravillosamente sudada y cansada. Wanda también parecía sudada y cansada. Ver su cuerpo entero estirarse y temblar hacia el final era, hay que reconocerlo, una excitación. "Wanda, quédate atrás. Tenemos que hablar".

Sam hizo un sonido de silbido de lobo, pero Natasha lo ignoró rápidamente. Y luego, con la misma rapidez, corrió hacia donde Wanda estaba apoyada sobre sus rodillas, en las colchonetas. La abordó, y Wanda dejó escapar una mezcla entre un gruñido y una risa. "Sabes que me encanta cuando estás agotada y sudada".

"Lo tendré en cuenta", dijo Wanda. Su voz era jadeante, y Natasha supuso que era tanto por el ejercicio como por la forma en que Natasha le lamía el cuello. Tenía un sabor salado por el sudor, pero le gustaba su sabor en la piel. La forma en que Wanda también tenía un sabor que era exclusivamente suyo, casi como la canela. Wanda emitió pequeños jadeos sin aliento mientras Natasha le recorría el costado con la otra mano.

"Más", jadeó Wanda. Natasha sonrió contra su piel y deslizó la mano bajo la camisa de Wanda mientras iba a reclamar sus labios. Wanda se arqueó cuando los dedos de Natasha recorrieron sus pechos y le rozaron los pezones.

Natasha estaba a punto de quitarle la camisa a Wanda por completo cuando la puerta principal se abrió y Steve entró corriendo. "El director Hill nos necesita, ahora", dijo. Hizo lo posible por apartar la mirada cuando las vio. "Lo siento", dijo. "Pero realmente parece urgente".

Gimiendo, Natasha se apartó de Wanda, y luego le ofreció una mano para que se levantara. Esperaba que fuera urgente, porque definitivamente tenía suficiente energía acumulada para transferirla directamente a golpear a quienquiera que se interpusiera entre ella y Wanda teniendo un sexo perfecto después del entrenamiento.

Tres.

Wanda había estado durmiendo la siesta en el sofá cuando Natasha había utilizado su llave para escabullirse. Wanda le había dado una llave de su departamento hace unas semanas, pero ésta era la primera vez que Natasha había tenido la oportunidad de acercarse sigilosamente y usarla.

Wanda parecía un poco infeliz mientras dormía, pero eso ocurría con regularidad. Natasha había decidido despertarla con suaves besos. Por lo general, eso ayudaba a Wanda a animarse. Empezó por la mejilla y luego pasó a los labios, con suavidad, hasta que los ojos de Wanda se abrieron de golpe y Natasha salió volando de ella y cruzó la habitación. Se estrelló con fuerza contra la pared, pero a pesar del dolor agudo, los ojos de Natasha estaban clavados en Wanda.

Sus poderes se dispararon y sus ojos se enrojecieron. La mesa de centro de Wanda explotó y Natasha se llevó unas cuantas astillas en las manos mientras se cubría los ojos. Sin embargo, en general, Natasha no estaba realmente herida, así que arqueó una ceja y se limitó a desearle a Wanda buenos días.

"Oh." Wanda se quedó mirando, sus ojos volvieron a la normalidad. "¡Oh, Natasha, lo siento mucho!"

Natasha se frotó la nuca mientras se ponía de pie. "El sexo matutino está descartado, entonces", dijo. Wanda asintió y se acurrucó contra ella. "¿Sueños de Hydra?"

"Los gritos", susurró. "Los gritos que no podía parar".

Natasha conocía esa sensación, conocía La Habitación Roja, y los gritos, el dolor y el lavado de mente. Sabía que nada podría quitar ese dolor, y sabía que Wanda lo sabía. En cambio, se limitó a abrazar a Wanda mientras lloraba, y a darle suaves besos en la frente cuando estaba segura de que no sorprendería a su novia.