10. CLUB PEGA CORAZONES. SESIÓN #02 DEL PX. ANÓNIMO. B. R.

17 0 0
                                    


Capítulo 10. SESIÓN #02 PX. B.R

CLUB PEGA CORAZONES. SESIÓN #02 DEL PX. ANÓNIMO. B. R

—Si pudieras decirle algo a esa persona que extrañas y ya no hablan, ¿Qué le dirías?

—Qué no le diría...

—Imagina que soy él. ¿Tienes algo para decirme?

—Tengo tanto qué decirte, que no me atrevo, por miedo de volver a romperte el corazón de nuevo.

—No importa, te escucho.

Ella emitió un suspiro tembloroso, como si una ráfaga de frío hubiera pasado a su lado, o quizás, era el remordimiento que sentía.

—Sonaré egoísta, pero no me interesa, me preguntaba... ¿Algún día piensas en mi? Yo sí lo hago, cuando me siento sola, cuando siento que me he equivocado, pero no me malinterpretes, no me arrepiento ni pienso en qué me equivoqué al romperte el corazón, en realidad me di cuenta de la realidad de nuestra relación, donde nos usábamos como consuelo para el otro, pero eso no era amor, éramos unos niños deseosos de amor y atención, ninguno de los dos teníamos eso y lo encontramos en el otro.

Al principio recuerdo como me autoconvencí de que me gustabas, si te soy sincera, no fue un flechazo ni un amor que saliera de la nada, pues solo fue auto convencimiento de mi parte para enamorarme de ti, recuerdo como me decía a misma que eras guapo, inteligente y teníamos gustos en común, miraba tu foto detenidamente para forzarme a sentir algo, porque estaba cansada de enamorarme de tipos que nunca me harían caso y quería experimentar el amor, hasta que sucedió y ahí me determiné a enamorarte, lo hice, te enamoré con mi compañía, mi cariño, que incluso a lo lejos, siempre estaba para ti, te escuchaba, te atesoraba, y eso te gustó, te gustó tener con quien contar y desahogar tus desgracias, y cuando me dijiste que te gustaba... ahí empezó nuestra perdición.

Si me pongo a analizar nuestras conversaciones, yo me tenía que esforzar por hacerte hablar, porque eras tan aburrido... y no es insulto, porque es la verdad, eres tan hueco, que cuando intentaste lucir como alguien completo y con cerebro me conseguiste engañar, hasta que la venda cayó y me di cuenta que no había nada, era como rasgar el aire, me aburrí de tus conversaciones tan vacías, que cuando no lo eran, eran para quejarte de tus desgracias que no elegiste, y lamentarnos, siempre lamentarnos... Repetidamente hasta el cansancio.

Pero no eras el único que se quejaba, yo también te usé como recipiente de desahogo, me sentía tan sola, estaba muy sola, que lo que sea que me diste, esas migajas, fueron suficientes para mi, hasta que rompiste mi corazón la primera vez, y no dejaste que la herida sanara, no, me seguiste usando para no sentirte solo, pues, aunque tuviste la oportunidad de tener una relación, no dejaste de hablarme, seguí siendo tu amiga.

Y cuando terminaste con ella, regresaste a mi, con la excusa que me amabas, (aunque quizá no funcionó con ella y yo solo te hacía de consuelo), seamos sinceros, ¿Realmente pensabas en mí cuando la besabas a ella? ¿O solo fueron mentiras para retenerme y evitar que me fuera? Habías encontrado a alguien quien podías tocar y abrazar, pero cuando ella te dejó, regresaste de vuelta a mí, a tu consuelo, ¿peor es nada, verdad? Eso habrás pensado cada vez que me decías palabras bonitas para mantenerme a flote, pasó un par de años así, fue una época que no recuerdo mucho, porque fue de la más deprimentes para mí y mi autoestima, pero en ese momento pensé: "Lo tengo a él, con eso me basta...".

Hasta que algo dentro de mí explotó y todo dejó de importarme, incluyéndote.

Sucedió gradualmente, estaba tan cansada de aferrarme a una esperanza perdida, a un amor que nunca se daría por completo, porque somos humanos que ansían lo físico, y no solo por la parte intima, si no por la parte de convivencia, el deseo de verte a los ojos y ver tu sonrisa... supe que nunca más sería posible, ni aunque esperara diez años, nunca se podría y lo sabía, aunque me convenciera por dentro que era capaz de esperarte mil años, pero después vi que eso no era vida... y estuve perdida, tu estuviste perdido, tuviste otra caída y te fuiste alejando de ser el chico frío y amable que conocí a los quince, te convertiste en uno más de la masa, una forma que pasó de ser colorida a gris y plana, sin texturas ni diferencias, y ahí me di cuenta que no "te convertiste", ya lo eras, eras alguien hueco que se dejaba llevar por la marea que encontraba que le quitaría los problemas de la cabeza, y los temas de conversación, esos temas de conversación que siempre nos tenían unidos, se empezaron a agotar, poco a poco, y las conversaciones se tornaron tan aburridas, que cuando exploté y me perdí, ya no te sentía como un consuelo, ya no podía desahogarme contigo, porque tu fuiste una de las razones por las cuales me perdí, por un breve instante, pero lo hice, me perdí en la búsqueda de la piel, no del corazón.

Siempre fuiste leal y estuviste ahí, aunque no tuviéramos de qué hablar, siempre estabas ahí, pero hubo un punto donde te fuiste, cuando te diste cuenta que ya no eras el centro de mi mundo, que habías sido reemplazado, que habías sido olvidado, aunque te ofrecí mi amistad y seguir para ti, no la aceptaste, porque vos te habías "enamorado" de mi y te dolía que yo amara a otra persona, y eso es algo que quiero preguntar... ¿De verdad te enamoraste de mí? ¿de verdad me amabas tanto cómo lo decías? ¿No era costumbre? ¿De verdad te dolió que me enamorara de otro?

Se me hace imposible creerlo y no sentirme usada, porque ni yo misma me quiero, ¿cómo puedo esperar a que alguien más lo haga si yo misma no lo hago?

Cuando ella terminó, una lágrima se derramó de sus lindos ojos claros, pero se la limpió tan pronto como emergió.

—¿Qué harías si él escuchara lo que acabas de decir? —le preguntó Zedler a su paciente, con una mirada de compasión, esa chica de verdad que tenía graves problemas de autoestima.

—Me sentiría liberada...

—¿Sabes qué igual te pueden amar, aunque tu no te tengas amor propio?

—Pero él nunca me amó, no de verdad, porque me usaba para no sentirse solo, yo lo llegué a querer y amar, y demostró muchas veces que solo me usaba, hasta que dejó de ser el centro de atención y me abandonó.

—Quizá el se sintió reemplazado, si se fue, quizá fue porque de verdad no soportaba que estuvieras con otro.

—No soportó que me hubiera enamorado de otro, que hubiera encontrado al amor de mi vida y a la felicidad, porque incluso antes de eso, había estado con "otro" y ese no le importó, hasta que vio que me enamoré y me había perdido, no se quiso quedar ni como mi amigo.

—Él no tenía por qué quedarse, si le rompiste el corazón enamorándote de otro.

—Yo no tengo la culpa de haberme enamorado de otro...

—Por supuesto, y hablando de eso, ¿Cómo sucedió? ¿Eres feliz con él?

Una sonrisa completa salió de sus labios, y en su mirada apareció una luz que se creía perdida, la mirada del enamorado, tan fácil de reconocer...

—Nunca había estado tan feliz en mi vida, mi esposo si que fue sanador para mí, llegó cuando menos lo esperé, y se metió dentro de mí e hizo una fortaleza en mi corazón de la cual nunca se irá.

—Me alegra escuchar eso, hasta me hace cuestionar el motivo de esta sesión...

—Quería mentalmente disculparme con él, por lo que le hice, incluso si no se lo dije a la cara. Aunque siendo realista, nunca le veré en persona...

—Quizá le puedes escribir una carta que diga todo lo que me has contado recién. —le sugirió Zedler—. Si te soy sincero, se nota que le tuviste mucho cariño, pero no era la persona correcta, ni el momento, ni la situación, quizá si se hubieran conocido en otras circunstancias no hubieran sido los mismos ni se hubieran conocido, ¿Crees en el destino?

—Sí, y sé que él no estaba destinado para ser el destino final, solo el transporte, pero no sé si él piensa igual, solo me gustaría que me disculpara por haberle mentido con que era el amor de mi vida y que nunca lo olvidaría o dejaría de amar, lo hice, incluso cuando le dije esas palabras, le dejé de amar antes de terminarlo, y meses después lo olvidé, aunque en el momento no pensé que fuera una mentira.

 —Uno enamorado dice mil cosas para expresar ese amor inmenso que se siente, con que en el momento hayas sido honesta, basta para no ser mentira. —explicó Zedler, arrancando una hoja de su cuaderno y dándosela a su paciente. Cuando ella le vio con cara de confusión, él continuó: —Te dejo de tarea escribir todas esas mentiras que le dijiste, sin intención o que en su momento no pensaste que eran mentiras, lo traes para la siguiente sesión.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 03, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Te Romperé y Me AmarásWhere stories live. Discover now