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Un día más, Jungkook apareció en la cafetería, esta vez acompañado de nuevo por sus amigas. Su sonrisa nunca abandonaba su rostro cuando recordaba cómo durante una semana entera, todas las noches intercambiaba mensajes con el encantador chico castaño de mejillas sonrosadas.

Ahora ya no lo llamaba "chico piercings", el apodo que le gustaba; ahora era simplemente "Kookie".

Un apodo que le agradaba aún más, sabiendo que él era el único que le llamaba así.

El tintineo de la campana sobre la puerta anunció la entrada de Jungkook y sus amigas, y Taehyung, tras el mostrador, no pudo evitar sonreír al verlo. Se saludaron con una mezcla de risas y gestos cómplices, evidenciando la complicidad que había surgido entre ellos en tan poco tiempo.

— ¿Cómo va todo con Kookie? —preguntó Wooyoung disimuladamente a su lado con una sonrisa pícara.

Taehyung se sonrojó ligeramente, pero no pudo ocultar la alegría en sus ojos.

— Bien, muy bien. Parece que nos llevamos bastante bien —respondió, tratando de aparentar calma pero con una chispa de entusiasmo en su voz mientras Jungkook se acercaba.

Wooyoung desapareció con una sonrisita.

— Buenos días, mejillas de fresa —saludó Jungkook con alegría, utilizando el apodo juguetón que le había dado el día anterior.

— Buenos días, chico piercings —respondió Taehyung, devolviendo la sonrisa. La atmósfera entre ellos era cómoda y ligera.

— Oh, vaya —fingió ofenderse — ¿Ya no soy Kookie? 

Taehyung soltó una risa suave ante la expresión fingida de ofensa de Jungkook.

— Claro que sí, Kookie. —remarcó el apodo con gracia.

Jungkook rodó los ojos juguetonamente.

San y Wooyoung, desde la caja, intercambiaban miradas de aprobación mientras disfrutaban de la escena. La conexión entre Taehyung y Jungkook era palpable, y todos a su alrededor podían sentir la chispa de algo especial.

Jennie y Lisa se sentían levemente ignoradas al lado de su amigo Jungkook pero felices por el a final de cuentas. Mientras Taehyung y Jungkook continuaban con su intercambio de  sonrisas, las chicas se pegaron a Jeon con una sonrisa pícara en el rostro.

— ¿Y bien, Kookie? ¿Nos presentarás a tu nuevo amigo? —preguntó Jennie con un guiño juguetón.

Jungkook se giró hacia ellas con una risa nerviosa, notando la diversión en sus ojos.

— Por supuesto. Ellas son Jennie y Lisa, mis amigas de toda la vida. Y chicas, él es Taehyung, el maravilloso dueño de este maravilloso lugar —presentó alegremente y con una sonrisa brillante.

— Así que, ¿cómo se conocieron? —preguntó Lisa, entrecerrando los ojos con curiosidad mientras miraba a Taehyung y Jungkook.

Taehyung compartió una mirada cómplice con Jungkook antes de responder con una sonrisa.

— Pues resulta que a Kookie le gustan mucho las fresas, y parece que no podía resistirse a nuestro encanto aquí en la cafetería —dijo con humor, provocando risas en el grupo.

— No creo que eso haya sido lo único que lo encantó —exclamó Jennie con sugerencia.

Jungkook rió entre dientes, notando la mirada juguetona de las chicas.

— No, definitivamente no fue solo eso. Taehyung tiene algo en sus mejillas que simplemente no puedes ignorar, algo así como... frescura —comentó Jungkook, haciendo un juego de palabras que provocó risas en el grupo.

— ¡Mejillas de fresa y frescura! Eso suena a una combinación perfecta —añadió Lisa con una sonrisa traviesa.

Oh pobre Taehyung, sus mejillas estaban tan rojas ahora.

— Oh eres adorable  —exclamaron ambas muchachas mientras los ojos de Jungkook le veían con adoración.

Era tan bonito que dolía.

Jungkook se encontró disfrutando de la situación, sintiéndose agradecido por la complicidad amistosa que compartía con Jennie y Lisa. Las chicas no perdieron la oportunidad de continuar con la broma.

— Entonces, ¿cómo planeas conquistar a nuestro Taehyung, Kookie? —preguntó Jennie con una risa juguetona.

Lisa asintió, mirando a Jungkook con interés que trataba de actuar relajado y coqueto aunque sabía que por dentro temblaba de nervios.

— Sí, cuéntanos tus secretos. Después de todo, estoy segura no cualquiera logra capturar la atención de Mejillas de Fresa.

Jungkook rió entre dientes algo nervioso, clavando sus ojos en Taehyung.

— Bueno, creo que la clave está en ser persistente y en saber apreciar las cosas buenas de la vida, como un buen desayuno en buena compañía —respondió con una sonrisa que hizo que se contagiara al chico castaño.

Eso, mírame siempre así de bonito y sonrojado.

Taehyung, con sus mejillas aún más rojas, se unió a la conversación con una sonrisa encantadora.

— No sé si debería estar emocionado o asustado por estas insinuaciones —comentó en broma.

Jungkook le lanzó una mirada brillante como si dos corazones se formaran en sus pupilas y  sintiendo que ambos se envolvían en una burbuja rosa.

— Definitivamente emocionado, Tae. No tienes idea de lo afortunado que sé que soy al haberte encontrado.

Jennie y Lisa abrieron la boca sorprendidas de que Jungkook dijera eso sin titubear.

Y Taehyung... Taehyung sintió la flecha de cupido atravesarlo por completo.




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𝕊𝕥𝕣𝕒𝕨𝕓𝕖𝕣𝕣𝕪 ℂ𝕙𝕖𝕖𝕜𝕤 🍓 | 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora