Días Festivos | Venther

Navidad🍃🌹

Aether no comprendía porque el bullicio de las personas últimamente, él no lograba entender las tradiciones de Teyvat o porque adornos en forma de un copo de nieve estaban colgando en las puertas de las pequeñas tiendas. Todo a excepción de la nieve tan blanca y húmeda de vez en cuando, o el frío viento soplando con gentileza que era lo único que conocía y había vivido con firmeza.

Paimon –su pequeña compañera de equipo a la que él llamaba cariñosamente como "comida de emergencia"– llevaba un buen rato intentando explicarle lo que era la Navidad para ella, sin embargo, el viajero dudaba si la Navidad era pasar el día entero comiendo en el "Buen Cazador" como está personita flotante decía.

—¿Qué puedo hacer para que entiendas?–pauso Paimon poniéndose pensativa mientras sus grandes ojos azules que te hacían pensar en el mismísimo océano azul oscuro por la noche se fijaban vagamente en el suelo cubierto de blanca y fría nieve—¡Ya lo tengo! Para cada persona la Navidad tiene un significado diferente, tal vez si le preguntamos a los habitantes de Mondstadt cual es el significado que le ven a la Navidad podrías comprender mejor de lo que se trata–dijo mientras volvía a mirarlo atentamente.

El viajero acepto algo indeciso sobre si era buena idea, no obstante, pasaron toda la tarde preguntándole a cada persona que veían cuál era el significado que le encontraban a esta festividad tan alegré para algunos. 

La mayoría de respuestas que recibieron no conformaba del todo a este par tan travieso, pues el 90% de las personas habían dicho que pasar la Navidad en familia o con amigos era el mejor significado que le encontraban. Algunos borrachos o personas que simplemente querían disfrutar de un buen vino por la noche mencionaron que ellos iban a pasar ese mismo anochecer de la celebración a la taberna del señor llamado Diluc, pues se decía que normalmente en estas fechas tenía tragos especiales.

La verdad, Aether seguía sin convencerse por el simple hecho de que al final, él no le veía un significado tan especial a una tradición que ni siquiera era de su mínimo interés. 

La noche llegó para el par de compañeros, estos estaban cansados de caminar por toda la ciudad del viento, y según Paimon, flotar por esta.

La nieve comenzaba a caer ligeramente en levantaviento y la brisa se había enfriado más que en la mañana, pero a pesar de eso seguía soplando con más gentileza que la usual. 

Aether y Paimon estaban sentados tranquilamente frente a la estatua del Arconte Anemo dándole la espalda a está atentos en las estrellas por mero aburrimiento, no obstante, la última nombrada estaba mucho más pensativa y concentrada, lo cual ya resultaba bastante extraño porque está se comportaba de una manera ciertamente infantil la mayoría del tiempo.

Ella había notado el desinterés que el viajero tenía por esta festividad y al haber viajado con él desde que la "rescató" –si se le puede decir así– de ahogarse aquella vez, está conocía bastante bien las expresiones de Aether y lo que significaban.

Mientras Paimon pensaba angustiada cómo cortar el incómodo y cortante silencio que se había formado porque ninguno de los dos tuvo el valor suficiente como para sacar tema de conversación ya que el miedo a decir algo incorrecto e incomodar aún más la situación en la que se encontraban les aterraba, cierto bardo de trenzas turquesas que bailaban tranquilamente a la par del viento y una lira de dudosa procedencia posada en su pecho inmóvil, los miraba atentamente interesado de sobre manera en el 'por qué' habían llegado e interrumpido su dulce sueño. Ya que esté había estado descansando tranquilamente en la rama del gran árbol aburrido de haber vivido más de 2.600 años y no lograr encontrar a alguien para tener algo serio, no es como si Venti solo viviera para eso, él solo deseaba a alguien que lo haga sentir humano y que logré hacerlo olvidar el peso que llevaba al ser el Arconte Anemo, para poder comenzar de nuevo dejando ese pasado con todas las vidas que había arrebatado. Y a pesar de eso, si tenía que decir si a estado en una relación, lo admitía, había estado con muchos dioses hasta Rex Lapis, pero eran simples pasatiempos de una noche los cuáles él ya había olvidado porque jamás lograron llenar el enorme vacío que cargaba en lo profundo de su ser, y no deseaba recordar esas viejas cicatrices del pasado que atormentaban su conciencia.