Días Festivos | Venther

Pascuas🎒🍡

Un pequeño niño de aproximadamente 4 años, se encontraba esperando fuera del cuarto que compartía con su hermana gemela, Lumine, apoyado ligeramente en la pared mientras sostenía entre sus manitas una mochila con un logo de un perro.
La puerta se abrió dejando ver a un hombre alto de aproximadamente unos 20 años, con pelo rubio igual al suyo.

El niño se levantó rápidamente de la pared acercándose al hombre elevando sus manos hacia él para que lo recogiera. El mayor sonrió ligeramente y lo tomó entre sus brazos.

—Dain, ¿Cómo se encuentra Lumine? ¿Ya está mejor? –dijo el menor impacientando por una respuesta de su hermano mayor.

—Ella está bien, pero tiene fiebre, así que para que no se contagie a otros niños ya le comunique a la guardería que ella no irá. ¿Tú aún quieres ir? –mencionó el mayor de ellos, sintió un poco de miedo por dejarlo ir solo a la guardería, Lumine ya le había dicho que Aether no hablaba ni se relacionaba con nadie, sabía bien la razón, luego del accidente que sufrieron sus padres hace un año -el cual causó su muerte- causó que el niño dejara de hablar por unos meses, se rehusaba a comer sin que esté él o Lumine cerca, y de cierta forma era preocupante. Aún sabía que a Aether le costaba comunicarse como antes, pero intentaba animarlo cada día a que pudiera socializar.

—Está bien, si yo me voy, podrás cuidar mejor de Lumine–respondió sonriendo el niño.

—Eres un pequeño muy valiente, ¿Lo sabes, verdad?-respondió luego de unos segundos de silencio, admirando el atrevimiento de Aether al ir a un lugar en el cual no había podido relacionarse con nadie y que para él todos ahí eran completos desconocidos.

Ambos presentes se sonrieron mutuamente, buscando un consuelo desconocido pero necesitado para los dos.

Dainsleif, el mayor de ambos, bajó al niño y cogió su saco para posteriormente entrar a la habitación de la niña avisando que se quedaría unos minutos sola, Lumine le dio una sonrisa dolorosamente forzada removiendose entre las sábanas de su cama, esa fue la señal para que cerrará la puerta del cuarto volviendo a tomar al niño entre sus brazos.

Aether se aferró a su cuello ya con su mochila puesta y salieron del departamento donde vivían cerrando la puerta tras de sí, para luego ver cómo el mayor le ponía cerrojo a la puerta, gracias a el gerente de la guardería quien decidió crear está misma a unas pocas cuadras de su hogar.

Los minutos pasaron y cuando menos se lo espero, ya se encontraba frente a su maestra, sabía bien que era hora de despedirse de su hermano mayor, no quería sentirse una carga, ya que sabía que Dain se había tomado unos días de vacaciones solo para cuidar a Lumine y tal vez el evitaría que pudiera cumplir con ese deber si se negaba a despedirse.

Levantó su pequeña mano y la movió en forma de saludo forzando una pequeña sonrisa en su rostro, su maestra Jean sonreía mientras le indicaba dónde estaban los demás niños, ya que suponía que ella tenía que esperar a que llegarán más padres con sus hijos que habían anotado en la lista.

Su hermano mayor sonrió para luego saludarlo de la misma forma en la que él lo había hecho, y sin más se fue volviendo por el mismo camino en el que habían llegado. Miró atentamente cómo se iba, sintiendo como sus pequeños ojitos se cerraban con fuerza al igual que sus manos apretando un poco su uniforme mientras mordía su labio inferior, evitando que pequeñas lágrimas salgan. Inhaló y exhaló lentamente tal como Dain le había enseñado, calmando así su respiración y ganas de llorar. Volteo a ver a dónde su muestra Jean señaló hace poco, esta lo miró algo preocupada dándole una barra de chocolate que se le entregaban a los niños por el dia de pascua.

Se dirigió hasta donde le había dicho ignorando la mirada de su maestra posada en el, pero rápidamente puso su atención en una pequeña niña que acaba de llegar con sus padres.