ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇ ᴀ ʜᴏᴍʙʀᴇ // 𝑺𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝑲𝒓𝒊𝒔𝒕 ♡ 3 ♡

CAPÍTULO 2

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Krist se sintió impotente al ver a Singto salir de la habitación. Estaba más confuso de lo que podía recordar haber estado alguna vez en su vida. Su compañero era un hombre. Un jodido sexy hombre, pero un hombre no obstante.

¿Cómo se supone que iba a lidiar con eso?

El que su hermano fuera gay nunca le molestó. Tal vez porque él siempre había sabido que también lo era. En realidad, esperaba que eso los había llevado a estar un poco más cerca, aunque Off no sabía nada acerca de él.

Simplemente pensando que no tenía el coraje para vivir tan abiertamente como lo hacía Off, pero como sea. Era la vida de Off. Él podría hacer lo que quisiera con ella. Y Gun parecía hacerlo tan malditamente feliz. Entonces, ¿quién era Krist para discutir acerca de eso?

Que él fuera gay era otra historia.

Krist nunca había salido con un hombre, y mucho menos besado a uno. Hubiera querido, pero después de que Off saliera como gay, Krist había visto lo que pasó con sus amigos y familiares. No quería volver a pasar por esa especie de agonía, sólo por amar a alguien del cual se sintiera atraído.

Por lo tanto, había fingido durante toda su vida que era hetero, incluso salía con mujeres de vez en cuando. Krist sabía cómo obtener una respuesta sexual de una mujer, y sabía también que no le gustaba, pero ¿sería lo mismo cuando se trataron de dos hombres estando juntos?

Infiernos, ¿a quién quería engañar?

Estaba tan fuera de su liga en este momento, que bien podría estar en la luna. Sin embargo, él no iba a ser el único confundido por todo esto.

Sus padres ya tienen un hijo gay. Ellos iban a cagar gatitos de color púrpura cuando se enteraran acerca de Singto. Se suponía que Krist debía continuar con el apellido de la familia, encontrar una mujer y tener un montón de pequeños cachorritos.

Sep, eso no iba a pasar ahora.

Sólo la idea de tocar a alguien más, aparte de su compañero, hombre o mujer, hacía que se le anudara el estómago y amenazara con rebelarse en contra de él.

Respirando hondo para tranquilizarse, y para deshacerse de la erección rabiosa presionando contra su cierre, Krist se dirigió hacia la puerta. Sin importar qué tan confundido o calenturiento estuviera en estos momentos, todavía tenía un trabajo que hacer.

Sin embargo, justo al llegar a la puerta, ésta se abrió. Krist se mostró sorprendido al ver a Singto allí de pie, con una mirada feroz en su rostro.

-Singto, que...

Las palabras de Krist fueron ahogadas cuando Singto dio un paso adelante, cerrando la puerta detrás de él antes de llegar hasta Krist. Pasó sus brazos alrededor de la cintura de Krist para acercarlo más mientras sus labios descendían sobre los de Krist.

Krist estaba congelado, inmóvil por un momento, sorprendido por el hecho de estar besando a otro hombre tan íntimamente antes de que el sentimiento erótico de los labios de Singto contra los suyos lo abrumara.

Se agarró a Singto, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, enroscando los dedos en el suave cabello de la nuca de Singto.

«¡Oh dioses, esto era por lo que era gay!»

Sus labios se abrieron, y permitieron la entrada de Singto, gimiendo cuando sus lenguas se encontraron por primera vez, rozando una contra la otra.

Singto sabía dulce, justo como Krist pensaba que una pareja debería saber. El cuerpo de Krist tembló un poco al darse cuenta de lo que estaba pensando. Singto era un hombre, y por el momento, a Krist no le importaba. Podría besar a cantar por horas.