CAPÍTULO 15

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Un fuerte golpeteo despertó a Singto. Gimió y rodó hacia su compañero, tratando de enterrarse debajo de su almohada y presionar su cuerpo contra su compañero al mismo tiempo. Incluso si podía ver los primeros rayos de sol de la mañana entrando por las ventanas, era demasiado temprano para despertar.

Desde que se había mudado por completo con Krist, sus días habían sido largos y sus noches aún más. El primer par de semanas desde que se unió a la manada de Wolf Creek las pasó logrando que los miembros de su antigua manada se integraran a la nueva manada. No todo el mundo de la manada de se había quedado, pero la mayoría lo había hecho, incluyendo a Earth. Su hermano se había quedado alrededor lo suficiente para que Earth se estableciera y luego regresó al extranjero.

Singto estaba preocupado por Ja, pero no hubo nada que pudiera convencer al hombre de quedarse. Ja Phachara tenía sus propios demonios en los que trabajar. Singto sabía de lidiar con su hermano, Zee, que esos demonios sólo serían superados cuando Ja estuviera dispuesto a vencerlos, y no antes. Sólo esperaba que tanto Ja como Zee entendieran eso antes de que las cosas se pusieran peores para los dos hombres.

Desafortunadamente, Timmins y Douglas no habían sobrevivido a sus ataques. A Singto le hubiera gustado que esos hombres los hubiesen llevado ante la justicia de la manada. Los vampiros que habían atado al árbol habían desaparecido, así que Singto sabía que aún había vampiros afuera cazando cambiaformas.

Había trabajado junto con Mike, Off y los otros ejecutores para establecer patrullajes regulares a lo largo de Wolf Creek. Con suerte, esas medidas de seguridad evitarían que cualquier miembro de la manada desapareciera o fuera secuestrado por los vampiros.

Como gesto de buena voluntad hacia los otros vampiros, Boun se había ido para devolver el cuerpo de Adrianna a su aquelarre. Mike no quería que su muerte se volviera en contra de la manada de Wolf Creek. Esperaba, que después de explicarle a su aquelarre lo que había sucedido, no buscaran venganza.

Singto casi deseaba que ellos simplemente pudieran liquidar a algunos de ellos.

Ahora entendía por qué había empezado la Gran Guerra y por qué los lobos y los vampiros no se mezclaban.

Afortunadamente, las cosas parecían haberse calmado. Singto había pasado la última semana tomando test tras test junto al entrenamiento que necesitaba para ser ayudante de alguacil en Wolf Creek. Añadiendo largas horas de estudiando a cada ley y reglamento que Off le había arrojado, Singto usualmente estaba listo para caerse en el momento en que llegaba a casa.

El agotamiento duraba hasta que entraba por la puerta de la casa en la que ahora vivía con Krist. Salía volando por la ventana cuando veía a su compañero esperándolo al final de un largo día.

Y ahí era donde sus largas noches se convertían en juego. Krist nunca dejaba de esperarlo en la puerta, algunas veces desnudo, otras no. De cualquier manera, Singto sólo necesitaba echarle una mirada a su magnífico compañero, y repentinamente rejuvenecía.

Disfrutar de ese exuberante cuerpo hasta altas horas de la madrugada, se había convertido en una norma en torno a la casa. La cual era la razón por la que quería desesperadamente que el fuerte golpeteo desapareciera, pero parecía que seguía haciéndose más fuerte con cada golpe.

Singto gruñó cuando vio que sólo eran las seis de la mañana. Dándose cuenta que quien estuviera golpeando en su puerta no lo iba a dejar dormir, Singto se levantó de la cama y buscó sus jeans.

Rápidamente los deslizó por sus piernas y subió la cremallera y luego bajó por la escalera para averiguar quién demonios estaba jugando con su paz y tranquilidad. Si ellos fueran muy afortunados, se saldrían con la suya sólo con el labio hinchado. Sin embargo no lucía bien para quien quiera que fuera.

ᴅᴇ ʜᴏᴍʙʀᴇ ᴀ ʜᴏᴍʙʀᴇ // 𝑺𝒊𝒏𝒈𝒕𝒐𝑲𝒓𝒊𝒔𝒕 ♡ 3 ♡Where stories live. Discover now