R O J O| C A P 2

436 70 26
                                    

GUN

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.


GUN

Decidimos caminar un poco más en el interior del bosque, hasta que anocheció, así que me senté con Tay en unos troncos al lado de la fogata que hizo. Le pedí que se quitara la camisa para revisar su espalda. Efectivamente estaba magullada.

Completamente en rojo con una hinchazón que tardaría días en curarse. —Dios. Se ve muy mal.— Le comente apenado tocando su tosca y amplia espalda con cuidado. No quería herirlo después de todo.

—¿Se ve tan mal?— Pregunta tímido. Con una voz ronca.

—Parece que mil sanguijuelas bebieron sangre de esta espalda.

—¡¿Qué?!

Se asusta volteando ligeramente hacia mí por lo que yo estalle en pequeñas risas. Cubrí mi boca para no intensificarlas.

Woah. Me asustaste.— Él bufa una risa. Yo detuve las mías, pero no borre mi sonrisa. Tome su camisa tirada al suelo para adentrarsela.

—Oh. Gracias.— Él me ayuda metiéndose los brazos por las mangas y así ya la tiene puesta. Se da la vuelta para quedar frente a la fogata.

—¿No hablaremos de lo que sucedió antes de que despertase?— Pregunta todo tímido.

Por supuesto que pienso en el beso, pero decido que tal vez no sea eso de lo que quiere hablar. —¿Del lobo?— Pregunte.

—El beso.

Síp. Era del beso. Otra indirecta del universo a que tal vez sí soy inteligente y las personas pensarían lo mismo si lo pudiera demostrar.

“El beso”...— Repetí con un tonado más lento tratando de procesarlo todo. Midiendo mis palabras. Midiendo mis pensamientos. —¿Qué hay con el? Solo estabas confundido mientras despertabas. Decías que veías a una tal valkyria. Incluso acariciaste uno de mis brazos diciendo que eran “bien sedosos”— hice una voz placentera como imitación mientras tire para atrás mi cabeza con los ojitos cerrados, una media sonrisa, mis manos frotando de arriba a abajo mis brazos sobre la capa roja. Tay agranda sus ojitos como más puede avergonzado con la explicación. —y pues lo dejo pasar.— para lo último me reincorpore con simpleza y lo mire totalmente neutral solo que parpadeando lento, sin embargo, más de la cuenta.

—¿Y solo lo dejas pasar? ¿No estás enojado conmigo?

—¿Debo enojarme?

—No, no, no. Es solo que como ambos somos hombres... ¿No te molesta?

—Bueno igual ninguna chica me quiere en nuestra aldea así que tampoco he recibido un beso de una.

—¿Ninguna te ha besado?

—... No. Gracioso, ¿no? Dicen que tengo la belleza de las Laikorn, pero no parezco ser lo suficientemente guapo para atraer a las chicas.

—Ellas se lo pierden. No les hagas caso.

𝐑𝐎𝐉𝐎: ATADO AL LOBO (OFFGUN + TAY)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt