Vida Inuzuka

51 - Viene... ¿la Calma?

Kiba estaba contento, realmente, todo había salido mil veces mejor de lo que planeaba, Jiraiya estaba vivo y no había rastro de Dando en la Oficina Hokage.

Pero entonces, Jiraiya lanzó todos los papeles con dibujos de Kiba, y el tiempo para el Inuzuka se detuvo en un instante, la mirada de Jiraiya había cambiado totalmente, no era alegría por el regreso del Inuzuka, era un ceño fruncido, ¿acaso Jiraiya sospechaba de él?

- ¿que pasa Jiraiya? — preguntó Kiba, su sonrisa nerviosa era evidente.

- explica esto, tienes 10 segundos — respondió Jiraiya señalando los múltiples dibujos.

Los dibujos sobre el escritorio eran sobre varios Ninjas de Konoha, varios nombres eran conocidos, Iruka Umino, Kotetsu Hagane, Izumo Kamizuki, Hayate Gekko, y varios más.

Algunos de esos nombres eran de ninjas ya difuntos, y eso empeoraba aún más la situación para Kiba, quien estaba parado ahí, estático, mientras sus perros se mantenían en silencio, sentados y con la cabeza baja, como si los estuvieran castigando.

- pues... Es un poco inoportuno que lo hayas encontrado justo ahora — dijo Kiba aún nervioso, no encontraba una buena explicación, y eso aumentaba su nerviosismo.

Jiraiya suspiró, se puso de pie y caminó hacia el Inuzuka, para poner su mano derecha sobre el hombro izquierdo de Kiba.

- escucha, te conozco de hace poco, y eres muy extraño, pero, sé que no eres un traidor — empezó a decir Jiraiya — solo dime la verdad, o no tendré más remedio que exponerte al Consejo.

- esta bien, pero, intenta creerme — dijo Kiba haciéndole una seña a sus perros para que se vayan, cosa que obedecieron en un instante.

Jiraiya volvió a sentarse y apiló los dibujos uno sobre el otro, a pesar de que contenían mucha información peligrosa para la aldea, le hacia gracia lo feos que eran los dibujos.

- te escucho — dijo Jiraiya cruzando los brazos.

Kiba suspiró intentando reducir sus nervios, ya decido a contarle la verdad.

- desde que soy pequeño e tenido visiones extrañas, principalmente en mis sueños, en estas visiones siempre me apareció información sobre varias cosas, las cuales anoté para no olvidar y usé para sacar ventaja de las situaciones, incluso e llegado a predecir un par de combates que al final pasaron, incluyendo uno de los combates que tuve al estar fuera de la aldea — explicó el Inuzuka desviando la mirada, solo 3 personas sabían de esto, y sabía que dos de esas personas creían que recolectaba la información y no que la tenía en visiones.

- ¿me estas diciendo que en tus sueños ves el peso, altura, características, Jutsus y debilidades de diferentes ninjas? — preguntó Jiraiya estoico, era difícil de creer.

- si... Básicamente — respondió Kiba con una sonrisa nerviosa.

- bien, hagamos algo — dijo Jiraiya llamando la atención de Kiba — destruiré toda la información que tengas de Konoha y solo me quedaré con la información de ninjas rebeldes y de otras aldeas, pero, estarás bajo mi vigilancia por un tiempo.

- ¿lo dices en serio? — preguntó Kiba con una leve sonrisa.

- si, a partir de mañana eres mi asistente, pero, ¿cuantas personas saben de tus visiones? — preguntó Jiraiya usando un jutsu de fuego a una pequeña escala para quemar los papeles mostrados hace unos segundos.

- lo saben Shino, mi hermana, Tsunade y tu — respondió Kiba, para luego cruzar los brazos con los ojos cerrados — tal vez Naruto también.

- bien, mañana trae contigo a Naruto, Shino y Hana, hay que discutir un tema importante con esas predicciones tuyas — dijo Jiraiya sacando un papel del escritorio, que escrito en el medio con la letra del Inuzuka decía "cuarta gran Guerra ninja".