7. New Year's Eve.

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¡Hola mis bonitos lectores! Este es uno de los fics que tiene prioridad para acabarse antes de fin de año, mi suerte con estás dinamicas es que aceptan trabajos atrasados hasta fin de mes, así que estoy a salvo por el momento. Bueno, esta ha sido una historia bien cortita y relajada, es su capítulo final , pero fue muy divertida sacarla, gracias a todos los que me acompañaron en esto.

¡Espero que les guste!

¡Espero que les guste!

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—Sé más cuidadoso.

—Eso intento. —Ash refunfuña, batallando para regar las flores en esos gigantescos baldes blancos, ha venido a ayudar a Eiji con su trabajo, así se pueden escapar a celebrar—. Me da miedo que se rompan si el chorro de agua es muy fuerte. —Que se muestre vulnerable lo remece cósmicamente, sí, todos le temen al imponente lince de Nueva York, cuando para él siempre ha sido...

Aslan Jade Callenreese.

El idiota del que se enamoró perdidamente y se sigue enamorando.

—No pasará, no se van a quebrar porque las riegues. —Eiji posee un arreglo de girasoles entre las manos, le da los últimos toques antes de guardarlo, los ha mezclado con rosas, es su combinación predilecta—. Necesitan del agua. —Si bien, no sabe tanto acerca de las plantas cómo le gustaría, la pandilla actúa de críticos para rechazar o aceptar los adornos.

—Creo que la rompí. —La voz de su novio se escucha increíblemente trémula y frágil, ha bajado un par de tonos, como si lo susurrase para sí mismo, si el florista no fuese tan atento a sus movimientos, lo más probable es que hubiese pasado desapercibido—. No se me da lo delicado.

—Creo que se te da bien, seguramente esa hoja ya estaba suelta.

—Eiji... —Ash lo mira como si supiese que lo dice para hacerlo sentir mejor, parte de eso es verdad, la otra confía ciegamente en la fragilidad que reside dentro de su alma. ¿Cómo explicarlo? No es capaz, sería burdo reducir semejante resplandor vital a líneas escuetas—. ¿Por qué mezclas esas dos flores juntas? No van bien.

—¿Eh? ¿No te gusta? —Aslan deja la regadera encima de la mesita, se acerca a grandes pasos hasta finalmente llegar al mostrador, quedan frente a frente, viste sus prendas características, el japonés siempre ha envidiado y admirado en partes iguales su buen gusto para la moda, pero cree que no le luciría bien de todas formas, es más feliz con suéteres de Nori Nori y jeans sueltos.

—Es extraño. —Espeta—. Los girasoles se pueden romper con las rosas.

—Las rosas no van a extender más sus espinas a propósito para lastimar a los girasoles.

—Son flores malas. —Se encoge—. Dino solía compararme mucho con esas. —Sí, su amante puede llevar una terapia estable y perfectamente posee la libertad de hablar de su pasado, porque nada borra las vivencias, se deben trabajar arriba de estas y tal vez, mirarlas diferente—. No me gustan.

Last Christmas.Where stories live. Discover now