Había una vez una joven reina, nacida del deseo de una sombra, todos ustedes pensaran que tiene una vida feliz a lado de su rey y sus dos pequeños hijos, viviendo aventuras extraordinarias en el mundo paralelo de Fény, pero no es así. Primero creyó...
De pie frente a ellos, Victoria miro los recursos que tenía, los cuales eran: un príncipe vampiro sádico, un guerrero cuervo, una reina cuervo con poderes limitados, al rey sombra sin memoria y a un pequeño cuervo, pero letal. La fuerza de todos ellos podría utilizarla y así crear un perímetro de al menos quince kilómetros a la redonda, alcanzando el castillo donde esta el hospital y donde seguramente Sibil aún se encontraba.
Pero antes de ello tenia un pequeño detalle, André seguía enojado y no paraba de decir groserías entre dientes para que lo soltaran. La extraña magia de Katsumi aun lo mantenía sometido, para que no los atacara, Victoria se acerco a él un poco, arrodillándose frente a él a pesar de las molestias en su pierna.
- ¿Me vas a ayudar? -pregunto Victoria en casi un susurro.
- Libérame y lo sabremos -respondió con una sonrisa irónica.
Victoria asintió, por lo que se puso de pie y miro a Katsumi.
- Libéralo -pidió ella con urgencia-. Por mientras, ustedes adelántense...
- ¡Madre, no! -inmediatamente replico el chico-. Ese no es papá y te puede lastimar.
- Tranquilo -sonrió Victoria, esta vez de forma cálida para tranquilizar a su hijo-. Vayan a los Cárpatos y creen un anillo de fuego. Cubran tanto terreno como puedan y cualquier movimiento de la bruja síganla, pero no la ataquen. Nosotros dos nos encargaremos de la ciudad...
- ¿Tan segura estas de que te ayudare? -la voz de André se volvió profunda y su mirada de un color rojo intenso.
- Si -aseguro ella, luego miro a la reina cuervo-. Libéralo, estaré bien.
- Espero sepas lo que haces -dijo Katsumi con duda-. Sibil probablemente ya este preparando hechizos para rastrearte a ti o a Iván.
- ¿Hay manera de que Iván recobre la conciencia? -pregunto Victoria, viendo como su hermano caminaba, de un lado a otro de forma preocupada, fuera de la habitación.
- La hay, pero me tomara tiempo...
- Protege a Iván y despiértalo -pidió Victoria-. Faltan un par de horas para el amanecer, para ese entonces el anillo debe de estar completado. Al termino regresaremos a este lugar, pero si alguien ve a Sibil creen un obús como señal.
Ishihara y Claudius asintieron, este ultimo de mala gana. Iván estaba más aterrado que nada y simplemente se limitaba a mirar a los demás sin entender mucho. Katsumi, por su parte, libero a André con un simple movimiento de manos, pero el vampiro no se movió. Victoria susurro un simple 'gracias' he hizo que todos se marcharan del departamento, sin quitarle la mirada a André.
- ¿Estas lista? -pregunto André de forma amenazante.
- Pruébalo.
Victoria sonrió y simplemente desapareció en el segundo que André se abalanzo contra ella para taclearla, apareciendo justo detrás de él. El vampiro se giró, aún más furioso por lo que había hecho, pero Victoria volvió a desaparecer de forma ágil. Sin embargo, André vio como Victoria poco a poco iba apareciendo cerca de la ventana y se abalanzo con todo en esa dirección. El cristal se estrelló por el golpe, pero de nueva cuenta ella había desaparecido.
- ¡¡Ya estoy harto!! -grito con furia el vampiro.
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- Muy bien, terminemos con esto -la voz de Victoria se escucho fuera de la habitación.
Los ojos llameantes de André lo hicieron correr con rapidez, haciendo uso de su agilidad como vampiro, pero antes de que llegase a atravesar la entrada, una pequeña mano apareció frente a él. Lo tomo del cuello y con una fuerza sorprendente lo proyectaron contra el piso.
En un parpadeo Victoria estaba a horcadas sobres de él, sometido con su frágil mano derecha, de la cual emanaba un gran poder gracias al calor que desprendía la palma de su mano.
- André Strigon es mi esposo, he peleado junto a él y también me ha enseñado algunos movimientos -dijo ella entre dientes-. No eres nada, comparado con el real, así que escúchame bien.
Victoria apretó aun más el agarre del cuello del vampiro a la vez que su palma luminosa lo quemaba, sometiéndolo por completo al sentir que sus fuerzas poco a poco se iban yendo.
- Vas a alimentarme y cuando termine iras por la ciudad, muerde a todo el que se te cruce en tu camino y conviértelos en zaino, ¿entendido?
- T-te... m-mat... are... -se esforzó en decir André.
- Lo tomare como un 'entendido'.
Victoria abrió su boca y dejo que sus colmillos se alargaran a su máximo tamaño y con un movimiento rápido y certero, mordió con fuerza el cuello del vampiro, sintiéndose completamente extasiada con la sangre. El sabor de las uvas le inundo la boca, llegando hasta su garganta y recorriendo su pecho; la sangre era tan espesa y caliente que su cuerpo comenzó a reaccionar involuntariamente.
El cuerpo del vampiro también sintió la excitación de ser mordido, pues a pesar de sentir como sus propias fuerzas se iban, sus brazos actuaron solos y rodeo la cintura de Victoria, apretándola más contra él, mientras sus propios colmillos se alargaban a su máximo.
En un movimiento rápido, André giro sobre el suelo, teniendo a Victoria debajo de él y a pesar de que su herida no estaba cerrada, poco le importo. Se acerco al cuello de ella y la mordió con fuerza, excitándose aun más por el gemido de Victoria.
Ambos se alimentaron entre si hasta que Victoria sintió como la mano de André subía su falda y comenzaba a acariciarle las piernas. Sacudió su cabeza con fuerza para despertar del transe y luego alejar a André con todas sus fuerzas, con dificultad se puso de pie y limpio su boca con la manga de su blusa.
- Dijiste que soy tu esposo -le recordó André.
Al mirarlo, Victoria noto que había algo extraño en sus ojos, ya no emanaba enojo; André estaba completamente excitado y ella también. Hace tiempo que no estaba con su vampiro y realmente lo necesitaba, el amor que sentía por él aumentaba con el paso de los días, sin importar en que tiempo o dimensión se encontraran.
Lo necesitaba, realmente necesitaba con todas sus fuerzas estar entre sus brazos. Necesitaba poder bajar la guardia, simplemente sentirse protegida por él, sentirse amada de forma incondicional y eso solo se lo podía dar André. Pero no quien tenía enfrente.
- Solo tenía hambre -contesto ella en susurro-. Debemos irnos.
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- ¿Por qué debería ayudarte? -pregunto frustrado e intentando contenerse.
- Si no quieres no hagas nada, pero voy a destruir este lugar -aseguro Victoria-. Tengo que matar a Sibil y salvar a Claudius, no puedo dejar que su corazón se oscurezca.
**** ¡Feliz Navidad, queridas y queridos lectores! 🥳🥂🎄🎊 Espero disfruten de estas fechas, cuídense mucho y no se enfermen. Una vez más gracias por todo el amor que le dan a mi historia. Ustedes son los mejores y solo por eso Santa los va a recompensar jajaja 🤭😂
