Capítulo 17

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Dharani Ferrajoli

De un día para otro mi vida dio un vuelco total, me enteré de tantas cosas que mi mente no ha podido procesar del todo. Por momentos extraño el tiempo en el que mis únicas preocupaciones eran no hacer enfadar a mis padres y ser lo más invisible posible.

¿En qué momento pasó todo esto?

Discutí con mi mejor amiga y con mi hermano, aunque ahora estamos bien, volví a pintar después de mucho tiempo, he intentado trabajar en mi inseguridad, me enamoré de un chico que conocí en una fiesta y que resultó ser el mejor amigo de la ex novia de mi hermano quien, según sus palabras, es una maestra de la manipulación, y para terminar este mismo chico se hizo mi novio después de decirme lo mucho que le gustaban mis ojos.

Definitivamente han sido meses complicados.

Después de que Orland me confesara lo de Vanessa me sentí muy mal por ella porque recordé lo que Edward me había contado en una ocasión en la que salimos, la primer y única vez en la que la mencionó.

De inmediato de hice muchas preguntas a mi hermano, me dolía saber que él había sido tan cruel como para dejar abandonada a Vanessa a kilómetros de la ciudad y sin manera de volver a casa... pero mientras más me contaba, más desconcertada me sentía.

Me encontré entre dos versiones de la historia, una en la que mi hermano era el villano y otra en la que la mejor amiga de mi novio resultaba ser la mala.

Odio decir esto pero no puedo creer por completo ninguna de las dos versiones. Cuando Edward me dijo que abandonaron a Vanessa él y yo recién nos conocíamos, y por otro lado Orland... él solo... agh no lo sé.

Creo que más bien no quiero creerle a nadie o creerle a ambos.

O solo no quiero saber que mi hermano es un tipo tan cruel o que Edward me mintió.

Después de una larga conversación en la que salieron más cosas a la luz tuve el impulso de pedirle a Edward una explicación, me contuve porque no quería provocar problemas o discusiones si apenas llevábamos un día juntos.

Hice a un lado todas mis dudas y disfruté de mi relación con Edward los días siguientes. Días en los que permanecíamos juntos el mayor tiempo posible, aunque ese tiempo era tan solo un par de horas en el día escolar antes de que mi padre llegara a recogerme.

Papá terminó cansándose de perder su tiempo y después de dos semanas Orland y yo volvimos a tener la misma libertad de antes, aunque claro que fuimos monitoreados cada hora, papá también se cansó de ello y nos dejó ser libres nuevamente.

Después de dos semanas Edward y yo decidimos que era momento de presentarme a sus amigos, presentarme a Vanessa, así que ahora vamos en camino a reunirnos con ellos en casa de ella.

— ¿Nerviosa? — cuestiona Edward con una sonrisa en el rostro.

—Un poco —confieso tímidamente.

—Descuida, todo saldrá bien. Todos son chicos increíbles y estoy seguro de que les agradarás.

Las palabras de Edward me relajan y aunque estoy ansiosa por conocer a sus amigos, especialmente a Vanessa, también estoy entusiasmada por tener la oportunidad de conocer la faceta de mi novio cuando está con las personas de su extrema confianza.

Estoy segura de que, como toda persona, debe haber ciertas diferencias en su comportamiento dependiendo de la persona o personas con las que se encuentre.

—Te ves hermosa hoy.

—Gracias.

Traté de ponerme algo lindo para la ocasión, un suéter holgado color marrón oscuro y una bufanda tejida a mano color blanco, mis confiables jeans oscuros y unas botas sencillas sin tacón que Edward me regaló hace un par de días.

Granos de CaféWhere stories live. Discover now