𝙁 𝙄 𝙑 𝙀

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Es viernes. Suena el timbre, el último del día que anunciaba que las clases habían terminado y daban paso a un fin de semana. Los alumnos corrían a la salida, ninguno esperaría un segundo más para poder salir del instituto. Sin embargo, Jisung se quedó en el pasillo, siendo empujado un poco por la muchedumbre desesperada por salir, más su mirada no se despegaba de la taquilla de Kim Seungmin, decorada con fotografías de él con más gente, flores, mensajes... Ellos no habían aportado nada, pero tampoco se sentía con el derecho a hacerlo.

A veces creo que lo único que nos une fue lo que hicimos con Minho aquella noche.

— ¿Jisung hyung? — el de mejillas regordetas se dio la vuelta, encontrándose con Jeongin, Hyunjin y su (quiere pensar) aún novio — ¿Vamos? — con un gesto de cabeza, los cuatro comenzaron a caminar hacia la salida.

Los pasillos ya vacíos, probablemente solo quedaban ellos por salir de la institución a parte de los docentes. Pero algo no iba bien, la nuca de Jisung quemaba y no era por Chan puesto que estaba delante de él. Se giró para mirar el pasillo largo y vacío, pero no había ni un solo alma.

— ¿Qué haréis este fin de semana? — preguntó Yang bajando las escaleras.

— Estudiar, seguramente — dijo Chan, mirando de reojo a Jisung.

— Es cierto, tenéis los últimos exámenes la siguiente semana... — murmuró el menor con desánimo —. Estoy deseando que terminéis, llevo mucho sin salir de casa.

— Yo en tu casa no me aburriría mucho — bromeó el mayor de los presentes.

Yang Jeongin era un hijo de las familias más ricas del país porque sus padres eran letrados de prestigio, viviendo en una gran mansión a las afueras de la ciudad. Tenía de todo, una sala de juegos, un pequeño gimnasio, una piscina cubierta. Era como un pueblo metido en una casa.

— Ya, pero quiero salir con vosotros.

— No te preocupes, Innie — habló Hyunjin haciendo cariños en su cabeza. Hwang era otro cuyos padres eran muy importantes en el país y tenían influencias en todas partes —. Pronto volveremos a estar juntos los siete — dijo con una sonrisa que se esfumó al recordar que, por lo que ellos supieran, faltaba un amigo.

— Bueno, no pensemos en eso — Jisung rompió el hielo en medio de ese silencio incómodo.

— Eso mismo — apoyó el mayor —, y a ver si Changbin y Felix aparecen de una buena vez.

— Es verdad, llevan dos días sin venir... Es extraño — susurró Jisung.

— Yo... — comenzó el rubio de melena larga — pasaré el fin de semana en mi cabaña junto al lago. Me concentro mejor estando solo.

— Eso suena bien — añadió el menor —. Yo también estaré solo, mis padres han salido del país.

— ¿Por qué? — inquirió Jisung.

— No sé, cosas de jueces — dijo encogiéndose de hombros.

— Buena suerte estudiando, chicos — Bangchan se paró en un cruce y sacudió la mano en dirección a Jeongin y Hyunjin, quienes se marchaban por otro camino.

Se despidieron del par y Han creyó que Chan no le hablaría en el trayecto que compartían hacia sus hogares, más no fue así. Para su sorpresa, el mayor lo atrajo posando una mano en su cintura hasta su cuerpo y lo abrazó con un solo brazo.

— No me gusta que estemos peleados — dijo en un murmullo.

— ¿Eso es una disculpa? — preguntó abrazando por la cintura al alto y sonriendo.

𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇 𝐃𝐀𝐘 ━━ 𝐒𝐊𝐙Where stories live. Discover now