Los Proxies (ESP)

CAPÍTULO 1: Una Amistad

Los primeros rayos de la mañana golpeaban las paredes del hospital psiquiátrico de Mors Hill, todo era tranquilidad. Los guardias de seguridad estaban haciendo sus rutinas, así como los doctores y doctoras. A lo lejos, se comenzó a escuchar un escandalo. Tres adolescentes estaban corriendo por los pasillos del hospital. Uno de ellos, el mas joven, Randy Anderson, tenía un cuchillo ensangrentado en su mano. Troy Becker, el mayor, y mas fuerte, se ocupaba de los guardias de seguridad, mientras Keith Adams, el mas delgado, encontraba una manera de escapar. Rápidamente se dio cuenta que la puerta trasera estaba custodiada por un solo guardia de seguridad. Randy, tan rápido como un rayo, corrió hacia el guardia antes de que pudiera sacar su taser, y lo apuñaló en la garganta cinco veces seguidas. Los tres jóvenes escaparon al bosque detrás del hospital mientras el guardia se desangraba en el suelo.

Esa misma mañana, Jeffrey Blake, un joven estudiante, se levantaba como todos los días, escuchando la voz de su madre desde la cocina.

"¡Jeff, cariño, levántate! ¡Llegarás tarde a la escuela!" Dijo Jessica, su madre. Una oficial de policía muy respetada. El joven se levantó de la cama rápidamente, sin tiempo que perder, y bajó las escaleras corriendo.

"Buenos días ma, ¿Cómo despertaste?" Dijo Jeff mientras se preparaba un café rápidamente, poniéndole más azúcar de lo necesario como siempre.

"Hubo una fuga en el hospital psiquiátrico, te dejaré a cargo de Liu por un rato, ¿Está bien?"

"Si, no hay problema. Hablando de eso, ¿Dónde está Liu?"

Golpes se comenzaron a escuchar en el piso de arriba, Jessica frunció el seño mirando arriba.

"¡Liu, no golpees las paredes, por favor!" Dijo Jessica.

Liu bajó por las escaleras con pisadas fuertes, dejando ver un rostro lleno de cicatrices, heridas del pasado, varias de ellas cubiertas por una bufanda blanca y negra, mientras miraba sus puños lastimados por los golpes. Jessica suspiró mientras caminaba hacia su hijo adoptivo.

"Liu, tienes que trabajar en tus problemas de ira. No puedes seguir lastimándote así, ¿Está bien?"

"Si, lo siento, señora Blake..." Dijo Liu mientras buscaba hielo para sus manos.

"Tu hermano cuidará de ti por hoy. Estaré muy ocupada en el trabajo. ¿Está bien, cariño?"

Liu frunció el seño, mientras se ponía hielo en los nudillos, antes de suspirar.

"Esta bien..."

Jessica salió de la casa con su uniforme de policía puesto, mientras que Jeff comenzaba a prepararle un té a su hermano.

"Puedo hacerme mi propio desayuno." Dijo Liu sin mirar a Jeff.

"Lo se, pero, no está mal hacer cosas por los demás de vez en cuando, ¿Sabes, pequeñín?"

"Solo porque tengas 18 y yo 15 no te da el derecho de llamarme como se te de la gana."

"Oye, tranquilo. Solo intento ser amigable, podrías aprender a ser algo menos defensivo." Dijo Jeff mientras le daba una taza de té caliente a su hermano.

"Lo que sea..." Liu recibió la taza sin hacer contacto visual con su hermano.

Liu había llegado a la familia Blake no hace mucho, luego de que Jessica lo hubiera salvado de traficantes que querían venderlo al extranjero, el estaba sucio, desnutrido, con varias heridas abiertas en toda la cara. Ese día, Jessica decidió ser la protectora del joven, y nunca dejarlo solo. No le fue fácil a Jessica cuidar a Liu, el chico era muy cerrado y desconfiado. Estaba muy dañado. Poco a poco, Jessica se ganó un lugar en el corazón de Liu, quien comenzó a ser más apegado a ella, no pasó lo mismo con su hermano, Jeffrey, de quien Liu siempre desconfió, y dentro suyo sabía que también estaba un poco celoso, celoso por no haber tenido una infancia tan cómoda como él, por no haber tenido una familia que lo amara, Liu sabia que estaba mal odiar a su hermano por algo de lo que él no tuvo la culpa, pero simplemente no podía evitarlo. Aun así, Jeff siempre intentó ser buen hermano con Liu.