Mirada

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Los cánticos se almacenaban a través de voces tan pequeñas y energéticas, revoloteando en ese círculo infantil. Las edades eran diminutas a comparación con la suya, su demostrada madures era opacada por las dulce compañía de esas lindas almas que corrían alrededor suyo, como si fueran hermosas mariposas atraídas por el encanto de las flores.

El lugar estaba repleto de un caos de diversión, las luces de neón provocaban intensos reflejos sobre sus ojos y pieles, pero no cegaba, era una agradable imagen que podía apreciarse por horas. Unas pequeñas manos tiraron de su atuendo, despertándola de su trance, la chica dirigió su mirada, bajando el mentón por el movimiento de su cabeza, era una pequeña niña que llamaba su atención. La timidez susurraba en sus ojos, presentándose por primera vez a ella. —¿Qué sucede pequeña? — la joven mayor se hincó a su altura, adulzando su voz para no intimidar a la criatura frente a ella. La niña no dijo nada, sus manos revelaron el objeto escondido detrás de ella y se lo obsequió a la joven, era un dibujo de ella misma, un infantil retrato que demostraba la admiración y el cariño hacia su persona. La niña la había dibujado. —Aw, ¿soy yo? — T/N preguntó con sorpresa, aunque ya sabía que era ella. La niña entre la timidez asintió con su cabeza. —Oh, Linda. ¡Esto está precioso!

La sonrisa de la pequeña fue lo suficiente, los niños comenzaron a jugar con su nueva amiga. T/N solo les seguía el juego, bailando sobre la sensación maternal que tarareaba su mente. Pero la melodía callaba despacio, alejándose en un lejano eco, giró su cabeza en señales de búsqueda, sus ojos miraron al público, pero sus ideas se esfumaron al ver sus erróneas pruebas.

Era extraño, pero podía jurar que alguien la estaba observando, tal vez otro niño, un guardia o un empleado, no lo sabía, solo había sentido un fuerte escalofrío recorrer por toda su espalda hasta llegar a su nuca.

Mientras que T/N seguía con el juego de los niños, por el otro lado del local, la multitud alzaba sus manos a la par de la música, gritando los nombres de las fuertes celebridades de ese centro comercial, la música ochentera era un hermosa melodía para todos allí, en especial en el público infantil. Sus plásticos dedos agarraban el micrófono entre el baile a espaldas de su compañero verde, su voz era fantástica, a pesar de ser robótica, los tonos hipnotizaban a su público, ganándose la admiración por tan hermosa voz.

Era un espectáculo impresionante.

Hubo un momento de pausa, en donde su voz debería parar para que el instrumental comenzará a dar territorio, las cuerdas de la guitarra se esfumaron como ecos, entre los gritos alegres y coloridos, su atención ante su show había sido reemplazada por la nueva imagen frente a sus ojos.

Su visión tomó un fuerte acercamiento hacia la chica que reía a la par de los niños, su expresión era angelical pura, mechones rebeldes caían frente de rostro, pero sus manos los quitaban con un hermoso gesto. Él no comprendía el por qué de aquella atención, pero el sistema dentro suyo estaba cambiando, ¿Qué era esto? Su cabeza se ladeo, mientras que su mirada no dejaba de analizar a la joven.

Es una mujer muy linda.

—Freddy.

Sus redondas orejas se alzaron al escuchar ese fuerte susurro a su lado, al voltear su cabeza, su compañera de tez gris lo observaba de manera extraña. —¿Mmmh?

—Te quedaste parado de la nada y estamos en pleno show. — la loba le susurraba apurada, disimulando con su danza entre las teclas de su instrumento. —¿Estás funcionando bien o qué?

Freddy pareció percatarse de su imprudencia al dar un pequeño salto, provocando que sus orejas se movieran entre brincos suaves. Él sacudió su cabeza. —Lo siento, solo me distraje con algo. — contestó, comenzando a seguir el beat de la música.

A la par de la música, la loba se acercó a su compañero. —Mmmh… a mi me parece que fue otra cosa…— insinuó, siguiendo las notas de la canción.

Roxanne no tenía ni idea de lo que vio su amigo, solo supo apreciar la sorpresiva reacción de Freddy, ¿Qué habrá visto? Él apartó la mirada, confundido y nervioso, pero sin dejar mover su cuerpo, ni sabía por qué se sentía así, tan avergonzado por la simple idea de a ver visto a una mujer tan linda.

Apartó esas ideas raras de su procesador, y se preparo ya que nuevamente venía su lírica, cerró sus ojos y preparó el micrófono, al abrirlos nuevamente, su voz ya había comenzado a cantar a la par de la contagiosa melodía, el bajo atinaba en cada pausa, endulzado la canción, Freddy estaba tan concentrado en complacer a su público hasta que llegó hasta la misma imagen.

Ella nuevamente estaba allí, pero esta vez estaba disfrutando del show, su show. Su cuerpo daba pequeños pasos mientras tarareaba a la par de su voz, los ojos de Freddy obtuvieron un leve brillo, sintiendo como sus sistemas comenzaban a exclamar una fuerte felicidad, su voz obtuvo un fuerte tono alto, mientras que separaba el micrófono de su atril y lo alzaba finalizando su espectáculo, con los aplausos de la linda joven quien lo miraba con admiración.

You Are My Superstar!Where stories live. Discover now