Capítulo 3

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(Advertencia: Contenido explícito, heterosexual en algunos momentos, lenguaje vulgar e irrespetuoso)


Jaehyun.

— ¿C... cuál es tu n... nombre?

Silencio.

¿Qu... qu... qué es este lu... lugar?

Silencio.

—Jae... ¡JAEHYUN!

Por... por... por favor... ¿C... cuál es tu n... nombre?

Soy Pecado. Todos somos pecado...

Salí de mi aturdimiento. Alguien estaba sacudiendo mi hombro. Miré hacia arriba. Karina.

Ella jaló un taburete a mi lado mientras volvía a enfocarme en el líquido ámbar, casi vacío, en mi vaso. Mierda. ¿Cuántas había tenido?

—¿Qué está pasando con ese chico?

No me molesté en darle una respuesta.

—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, con la mano en mi hombro. La perra era un jodido y total amor. No deberíamos haber manejado este acuerdo de mierda en la vida.

Tomando lo último de mi quinto Beam, me puse de pie y comencé a caminar fuera del bar a mi habitación en el club. A medio camino de la salida, miré por encima del hombro, viendo a Karina observándome irme, con jodidos ojos brillantes. Con una inclinación de mi barbilla hacia ella, comencé a caminar de nuevo.

Mientras abrí la puerta de mi habitación, la sentí detrás de mí. Girando, la tomé de la parte superior de sus brazos, arrancando su vestido.

—Jaehyun... —gimió ella sin aliento—. Te amo, Jaehyun. Estoy aquí por ti, nene...

Mientras arrancó los tirantes de su sujetador negro, sus labios succionan mi cuello. Arrojando mi chaleco, me quité mi camisa negra y abrí de golpe la cremallera de mis vaqueros. Sin bóxeres que sacar debajo.

Girando la cara de Karina a la pared, nos guie a la cama deshecha, la cama que guardo para joder, manchada con semen y sudor. Empujando su cuello, directo contra el colchón, mantengo su culo completamente al aire, sin bragas, coño rasurado, justo como me gustaba. Fácil acceso.

Metiendo la mano en el bolsillo trasero de mis vaqueros, escogí un condón Trojan y lo envolví en mi polla.

—Tómame, Jaehyun. Tómame... duro.

Agarrando sus caderas huesudas, me estrello en su coño mojado, tirando mi cabeza hacia atrás en un silbido silencioso. Mierda. Esta fue la razón por la que la mantuve alrededor solo para mi uso personal.

Karina gemía debajo de mí y empezó a mecerse hacia atrás a lo largo de mi polla. Yo sabía que estaba jodido el momento en que me imaginé la piel porcelana de Karina en color pálido, su cabello castaño largo, de un profundo color negro azabache, y cuando volvió la cabeza y sus ojos marrones me miraron, yo solo vi un par de iris color azul hielo mirando de regreso, los parpados medio cerrados por el placer.

Apretando mis ojos cerrados, me imaginé al chico sin nombre debajo de mí, recibiendo una zurra salvaje, gritando de placer y viniéndose una y otra vez mientras lo tomo en carne viva. La idea tenía a mi polla crispándose y a mi cuello tensándose, viniéndome con tanta fuerza que tuve que usar mis puños para mantener el equilibrio sobre el colchón.

—Nene.... eso fue... increíble. —Mis ojos se abrieron mientras Karina jadeaba debajo de mí, con la espalda chorreando de sudor, una enorme sonrisa en sus labios mientras me miraba.

El infierno de JaehyunWhere stories live. Discover now