Secuela de "Constelación"
Esta es la historia de Noah Presley y Lenna Cooper, dos almas curiosas que van en busca de su futuro, pese a los desacuerdos de sus padres y los obstáculos que la vida decide ponerles en su camino.
Tras un par de meses jun...
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"Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe"
1 Juan 5:4
Prólogo: Entre besos y bromas
-Me siento un poco incómoda con esto –hice una mueca y lo tomé de la mano.
-Lo sé, pero es parte del reto –se excusó y tomó mi mano, de manera firme y decidida.
-¿Hasta cuándo debemos hacer esto? –pregunté, no sabía si podría mantener la mentira por mucho tiempo. Sobre todo por Hannah.
-Hasta media noche –él me sonrió algo incómodo, sabía que comprendía mi sentir. Suspiré cansada, debíamos proseguir, ya solo quedaban un par de horas, nosotros podíamos.
Noah y yo nos dirigimos a donde estaban Hannah –mi mejor amiga- y Dylan, su novio.
Mi nerviosismo aumentaba a medida que nos acercábamos a ellos. Noah, de manera delicada, presionó mi mano, haciéndome saber que no estaba sola en todo este engaño.
-Bueno tortolitos –me tembló un poco la voz-, creo que es hora de bailar –les dije a mis amigos, aún de la mano con Noah.
-Así que ustedes... -Dylan señaló nuestras manos entrelazadas.
-¿Qué te digo? Es cliché, pero así son las cosas –me reí, y besé a Noah. Él parecía sorprendido, pero no se resistió, incluso parecía disfrutarlo. Yo por otro lado, seguramente estaba del color de un tomate. Al cabo de unos segundos, nos separamos.
-Lenna qué asco -se quejó Hannah. Y con razón, era su hermano. No me malentiendan, Noah es muy lindo, con ojos marones claros, cabello castaño y era muy alto, casi dos metros.
-Primero que nada, buenas noches cuñada –dije, intentando cortar con ese momento incómodo. Todos se rieron.
-Bueno, ¿qué esperan? -Preguntó Noah-. ¡A bailar!
Ajustó su agarre y nos fuimos a la pista, junto con Hannah y Dylan. Allí nos encontramos con Xian, quien bailaba con un chico, se veían muy bien juntos, la verdad. Se lo notaba alegre.
Al cabo de unos minutos, mi amiga y su novio se fueron a la mesa de dulces a comer gomitas, supuse. Por lo que me quedé sola con Noah, ya que Xian se había apartado con su chico. Me sentía tan nerviosa, sí, la situación era algo complicada, pero, ¿por qué me sentía así? Conocía a Noah desde que tenía uso de razón, ah sí ya sé, el pequeño detalle de que, ¡era el hermano de mi mejor amiga!
-¡Oye, Lenna! –Como si supiera en qué pensaba, me propuso salir a tomar un poco de aire-, ¿no prefieres ir afuera? Creo que te hace falta.
Asentí, nerviosa. No podía ni siquiera mirarlo a los ojos. Dios, me incomodaba tanto que me miraran así, ¡y Noah no paraba de hacerlo!
