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── ¡CAPÍTULO CINCO! ❛ dulce día se convirtió en tarde amarga ❜
NA-RI SE DESPERTÓ CON el olor de algo dulce flotando en el aire. Se estiró mientras se sentaba, mirando adormilada alrededor de la sala de estar, que notó que estaba considerablemente más ordenada de lo que estaba cuando se había quedado dormida. Miró hacia el espacio junto a ella y descubrió que Sun-Oh no estaba.
No tardó mucho en encontrarlo: estaba de pie junto a la estufa de la cocina, volteando un panqueque. Na-Ri se acercó a el mientras se frotaba los ojos para quitar el sueño, todavía medio dormida. Siempre luchó por despertarse por las mañanas, especialmente después de una buena noche de sueño, que es exactamente lo que consiguió anoche. Era la primera vez que dormía tan profundamente desde que comenzó a tener problemas para conciliar el sueño hace un mes.
Se detuvo detrás de él y apoyo la cabeza en su espalda ligeramente mientras cerraba los ojos, demasiado somnolienta para mantener la cabeza erguida. Sun-Oh saltó levemente ante el contacto repentino, pero cuando la escuchó murmurar un "buenos días" para él, se relajó.
──Buenos días ──respondió mientras el panqueque que había estado volteando se unía a la pila de los que había hecho antes que estaban cerca──, encontré un cepillo de dientes y una toalla de repuesto en tu baño, así que lo usé para lavarme, espero que no te importe.
Na-Ri negó con la cabeza ligeramente, sin moverse de su posición.
──Está bien. También corrí a la tienda de comestibles para comprar algunas cosas porque tu refrigerador está vacío ──continúo Sun-Oh mientras vertía la mezcla de panqueques en la sartén y comenzaba a freír un panqueque nuevo──, pensé que querrías algo de comida real en lugar de sobrevivir en la pila de fideos que encontré. Si no debería haberlo hecho, si te presiona de alguna manera, como, si te incómoda que yo haga cosas así, entonces dímelo. No lo volveré a hacer.
Una vez más, Na-Ri negó con la cabeza ligeramente.
──Está bien. Yo sólo, no sé, Jo-Jo nunca aprobó que yo hiciera cosas como esta, así que... ──se interrumpió frunciendo el ceño levemente al recordar cuántas veces Jo-Jo había rechazado su ayudar y se enojó con él por hacer cosas que él esperaba que la hicieran feliz. La tristeza se apoderó de él, pero antes de que pudiera sucumbir a ella, la voz de Na-Ri lo alejó de sus pensamientos melancólicos.
──No soy Jo-Jo ──murmuró Na-Ri en voz baja, moviendo la cabeza lejos de su espalda mientras parpadeaba adormilada y se frotaba los ojos de nuevo. Pensó que ya era hora de que dejara de forzar su peso sobre él e hiciera un esfuerzo por despertar.
