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── ¡CAPÍTULO SEÍS! ❛ una cita llena de primicias ❜
A SUN-OH SE LE CORTÓ la respiración cuando vio a Na-Ri al otro lado de la calle.
Llevaba un hermoso vestido blanco, cuya falda tenía muchas capas que cambiaban con cada movimiento que hacía, mientras que la parte superior estaba cubierta de brillo que brillaba mientras caminaba. Encima de su vestido se había puesto un abrigo blanco para mantenerse caliente, pero estaba desabrochado para mostrar el vestido debajo. Se había ondulado el cabello, y algunos de los mechones más rizados seguían moviéndose en su cara por el viento que la hacía entrecerrar los ojos y arrugar la nariz de vez en cuando.
Se ve celestial, como un angel, pensó Sun-Oh mientras se empujaba de la pared en la que se había apoyado mientras la esperaba. De repente, se sintió muy mal vestido con sus jeans y su suéter de punto blanco que estaba oculto por su abrigo negro. Su característico pañuelo rojo estaba envuelto con fuerza alrededor de su cuello, protegiéndolo del frío. Sun-Oh se maldijo en su mente por no elegir algo mejor para ponerse en su primera cita.
Él la había llamado tarde en la noche del viernes cuando no podía conciliar el sueño y los dos habían charlado un rato antes de que Sun-Oh le pidiera que pasaran el fin de semana juntos. Había dudado en llamarlo una cita al principio, ya que no sabía si sería demasiado pronto para eso, pero cuando escuchó el feliz '' ¿Estás dando el primer paso y me invitas a una cita? '' desde el otro lado de la línea, Sun-Oh no dudó en estar de acuerdo.
──Hola ──Na-Ri sonrió cuando se detuvo frente a él, colocando un mechón de su cabello detrás de la oreja para que no la golpeara más en la cara. La horquilla de mariposa que normalmente mantenía su cabello afuera de su rostro no se veía por ninguna parte, lo que le permitía que su cabello se moviera como quisiera. Se maldijo a sí misma cuando se dió cuenta de que al menos debería haberlo sustituido por una horquilla diferente, pero luego recordó que no tenía ninguna además de esa.
──Eres hermosa ──soltó Sun-Oh, sacándola de sus pensamientos.
Parpadearon el uno al otro en silencio por un momento.
──Quiero decir ──la cara de Sun-Oh se puso roja──, -i-uh-l no significó que-no- hay-que- yo-yo hice en serio pero no quiero simplemente decirlo de esa -quería decírtelo pero no- no así-quería-
Él resopló y cerró la boca con fuerza al no poder unir una oración adecuada. Bajó la mirada para mirar sus pies en lugar de ella, ocultando sus mejillas sonrojadas en la tela de su bufanda roja.
──Quise decir 'hola' ──murmuró, con la voz ahogada por la bufanda──, pero estaba pensando en lo hermosa que eres y se me escapó y... sí...
Na-Ri continúo mirándolo sin decir palabra por un momento, sus mejillas se oscurecieron gradualmente mientras sus palabras se reproducían en su mente. Se sintió mareada, la felicidad brubujeando dentro de ella hasta que hizo algo que no había hecho ni una sola vez en el último mes. Seo Na-Ri sonrió.
