Año Nuevo

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En el Gran Palacio Real nadie se había percatado de aquella gloriosa hora de primavera que había disfrutado Naruto, y ahora que la tormenta y el frío era más mortal que nunca todos se hallaban agradablemente cálidos por las chimeneas y sus calientes trajes, disfrutando de la amena música de la Orquesta Real. En el lugar habitaba un ambiente de alegría y festividad que era contagioso, pues cuando la Guerra y la Peste azotaron el Reino de Konoha, aquella celebración anual había sido cancelada. Ahora y finalmente después de tantos años, todos podían estar reunidos festejando el gran acontecimiento del cambio de año. Dentro del salón parecía que los invitados se habían dividido en diversos grupos.

Por un lado, se encontraba el Rey Sasuke, quien tambien se había visto un poco contagiado por el espiritu de la fecha y se encontraba bailando con alguna de sus jovenes enamoradas, quienes no dejaban de comentar entre ellas lo bien que le sentaba el traje negro que portaba junto a su capa azul.

En el medio del salón se hallaba a Jiraiya quien no dejaba de presumor a un gran grupo de señoras sobre el magnifico árbol que estaba en el centro del salón y que era motivo de exclamación de los invitados.

Más cerca de los ventanales, una mujer rubia de grandes pechos y otra más joven de cabello azul con una rosa en la cabeza conversaban con Iruka-sensei y dos niñas de la misma edad que Sasuke-sama, una niña era pelirrosa y la otra llevaba los cabellos rubios atados en una coleta alta.

Por otro lado dos jóvenes, uno hiperactivo de cabellos naranjas y otro pelirrojo más tímido y callado, contaban de algunas aventuras en tierras inexploradas a nobles y niños que se les acercaban.

E incluso a pesar de la fuerte tensión que existía, Shisui estaba teniendo una amena charla con Obito, castaño y con una cicatriz cubriendole la mitad del rostro, donde Kakashi e Izumi cumplían el rol de mediadores de vez en cuando. Y junto a ellos estaba el consejero de Obito, Zetsu, a quien a pesar de su apariencia tranquila y retraída, Kakashi no despegaba la vista de él.

Y más alejados de la alargabía de las personas, el Consejero Hiruzen veia todo con una sonrisa nostálgica, y a su lado los Consejeros Homura y Koharu y el Primer canciller Danzo veían con cierto fastidio e irritación la felicidad que esa habitación emanaba.

La orquesta fue interrumpida cuando las campanas del reloj del salón anunciaron con alegría la llegada de un nuevo año.

-¡Feliz Año Nuevo, Majestad! ¡Feliz año nuevo! ¡Muchas felicidades, Sasuke-sama! ¡Que la felicidad lo acompañe en este año!- eran las voces que se escuchaban acercándose a felicitar a su Rey, algunos por mero compromiso y otros con un verdadero interés de que este año el corazón del Rey sufriera menos.

-Soy feliz solo cuando lo deseo- respondió el Rey Sasuke mientras correspondía a las reverencias, muchos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para no poner los ojos en blanco ante lo dicho - Y el Año Nuevo aún no ha llegado-

El silencio dominó el gran salón ante aquello. Las felicitaciones callaron , la música cesó y los mayordomos con bandejas llenas de champagne para el brindis detuvieron su andar abruptamente. Todos los ojos estaban posados en la diminuta figura de su Rey quien parecía más poderoso y arrogante que nunca.

-"¿Y a este idiota que le pasa ahora?"- pregunto Kakashi con la mirada a Iruka.

-"No lo sé"- respondió de la misma manera el sensei quien ya veía venir un nuevo capricho de su único alumno.

-Debe disculparme, Su Majestad- Danzo hizo una ceremonia reverencia como las que le gustaba hacer, el Rey Sasuke solo se limito a alzar una ceja en su dirección- Pero el calendario indica que hoy es el primero de enero. El comienzo de Año Nuevo.- hablo con un tono tan educado que cualquiera podría pensar que se estaba burlando del Rey.

Los Doce MesesWhere stories live. Discover now