Wrong Wedding [L.S]

01: Boda, aniversario e infidelidades.

"A Harry Edward Styles y Fionn Johnson nos complace invitarle a nuestra boda..."

Arrugó el pequeño papel en sus manos y lo aventó al tacho de basura.

Él no quería casarse.

Desde hace años había estado soñando despierto con casarse con Fionn, el que el creía el amor de su vida. Hasta que el Omega le fue infiel con su mejor amigo y Harry los descubrió.

Las cosas fueron así:

Era una noche lluviosa de viernes, había a salido temprano del trabajo pero su omega le había pedido traer un poco de helado de aguacate.

Y por eso ahora estaba en el supermercado.

Harry frunció el ceño mientras observaba los estantes.

¿Eso existía?

Se encogió de hombros sintiendo a su alfa inquieto en su pecho, comenzó a caminar observando los cientos de filas de helado de distintos sabores y combinaciones.

—Edward, tranquilo —dijo hablándole al alfa que se escondía en su pecho. —, no sucede nada malo, ¿Por qué estas tan inquieto?

Tomó un helado de chocolate y otro de vainilla, los guardó en el pequeño carrito y siguió avanzando con duda hasta que encontró a una empleada del lugar.

—Señorita, disculpe, ¿Podría decirme dónde están los helados de aguacate?

La beta morena frunció el ceño mientras le echaba una mirada de pies a cabeza al alfa.

—No vendemos eso aquí.

Harry bufó.

—Lo siento, ¿Podría decirme si sabe de algún lugar donde lo vendan?

—No puedo recomendar más tiendas por políticas de la empresa.

—Señorita por favor, mi omega está en estado. —suplicó.

La morena acomodó su cabello y bufó.

—No estoy segura, pero pueden tenerlo en la tienda de al lado. —dijo antes de apartarse y caminar en otra dirección.

Harry caminó desanimado hasta los grandes refrigeradores tomando otro helado de galletas. Caminó con la vista baja ante la sospecha de no poder complacer el antojo de su omega.

Se sentía culpable.

—¡Ey! Ten cuidado por dónde caminas.

El alfa había estado tran distraído que no se dió cuenta de la persona que caminaba en la dirección contraria, lastimosamente chocó con el pequeño cuerpo.

—Lo siento —murmuró ayudando a levantar los objetos que habían caído de las manos del omega.

Deteniéndose en las finas manos de este.

Parecían muy suaves.

Frunció el ceño ante sus propios pensamientos y se concentró en ayudarlo.

El Omega solo bufó mientras se apartaba a pasos rápidos, Harry solo pudo contemplar su cabello castaño y figura curvilínea.

Edward comenzó a moverse aún más inquieto ante el olor.

Bufando comenzó a caminar hasta las cajas registradoras, tomó el helado pasando el código de barras por el pequeño aparato y dejó las monedas correspondientes.

Tomó una bolsa de tela y acomodó los botes de helado de forma delicada para evitar que estos se abrieran o dañaran y salió de la gran tienda dirigiéndose a la siguiente.