Wrong Wedding [L.S]

18: De Londres a Italia y la luna celosa

Harry estaba seguro de algo:

Ser un alfa embarazado resultó ser realmente muy extraño.

Desde que Harry supo que estaban esperando un cachorro todo cambió para él, se sintió como si hubiesen descubierto un nuevo personaje de un juego y ahora se lo encontraban en todos lados.

El juego era el embarazo y el personaje nuevo eran los síntomas.

Desde que el embarazo se confirmó los malestares empezaron, ahora vomitaba la mayor parte del día, se mareaba a cada rato, tenía antojos, estaba demasiado emocional y sobre todo estaba más mimoso que de costumbre.

También tenía muchas ganas de anudar, muchas ganas de ir al baño y tenía tanta energía que podía correr un maratón a lo Forrest Gump y no cansarse.

Por su parte Louis seguía normal, estaba feliz con sus dos meses de embarazo y día tras día se media la panza tratando de notar algún cambio, anotaba sus medidas en una pequeña libreta y se veía a cada rato al espejo.

Harry compró otra casa, era pequeña y de un solo piso, lo que quería evitar era que Louis bajase las escaleras porque era un embarazo de alto riesgo y no querían ningún cabo suelto que ahuyentara su felicidad.

Los bordes de los muebles estaban cubiertos con papel burbuja, el suelo estaba lleno de tapetes de espuma para evitar algún resbalón, el lado de la cama donde Louis dormía estaba pegado a la pared, Harry limpiaba a diario porque no quería ni un mosquito cerca de su casa que enfermara a su omega.

La alacena estaba llena de vitaminas y ácido fólico que Louis tenía recetado desde hace meses, Loki fue exiliado con los padres de Harry porque el alfa tenía miedo que Louis se agachara a recojer alguna popó y sucediera algún accidente.

Harry y Louis estaban siendo muy cuidadosos con su lunita.

El día después de enterarse de ello Harry llegó con la camioneta repleta de ropa de maternidad, ropa interior de algodón, un camisón por si a Louis se le apetecía, ropa para el calor, ropa para el frío, ropa para tomar el sol, ropa por si a Louis se le antojaba un día de alberca.

Llevó frutas y verduras, hizo una consulta para programar una dieta... Ambos realmente intentaban que todo saliera bien.

Cuando Harry fue cuestionado del porque tantos cambios, solo se limitó a contestarle a su familia que se habían cambiado de casa porque él estaba enfermo y necesitaba "otros aires"

Louis quería esperar hasta que el embarazo estuviese más avanzado para decirle a la familia.

Hoy Harry estaba organizando la comida que había comprado, Louis estaba observandose en el espejo, aún incapaz de creer la noticia.

Louis ronroneó abrazando al alfa por la espalda, este sonrió cuando lo marcó con su aroma.

—Bebé tiene el tamaño de un frijolito —Louis rió en su oído —. Nuestro cachorro es más pequeñito que una moneda.

Harry ronroneó sentando a Louis en su regazo, infló el pecho de orgullo y dejó un pequeño pico en sus labios.

—Y lo hice yo solito. —Sonrió orgulloso sobando la pancita del omega.

Louis rodó los ojos con una pequeña sonrisa.

—Pues si, ni modo que otro alfa te ayudara a hacerlo.

Harry gruñó lamiendo la mordida que había en el cuello canela, Louis se retorció y gimió cuando el alfa lo cargó para llevarlo a la cama.

—No, solo yo omega —Volvió a gruñir quitando el short del Omega y besando sus muslos —. Solo yo.