Seis sueños que tuvo Colombia con Rusia.
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11/10/2022 = 1...
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El latinoamericano se sentó en la cama, soño nuevamente con el eslavo.
Suspira y sonríe después de recordar el sueño.
— Mierda. — Dijo para si mismo — Voy a llevar una sombrilla, el sueño no me va a ganar. —
Soño que llovía mucho después de la reunión, y por eso Rusia le ofrecía ir con el en su carro.
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Colombia jugo toda la reunión con Venezuela, ONU no lo noto, por lo que está libre de algún regaño.
— Quedé de ir con Siria a la cafetería, ve tu pa' la casa chamo. -— Dijo a Colombia, y sin dejar que se quejara se fue.
— Malparido, no le voy a hacer nada de comer por bobo. —
Suspira y procede a caminar a la cafetería, comería algo y se iría.
Mientras camina a la cafetería y mientras está en esta siente un mirada sobre el, pero lo ignora, es un país, es normal tener miradas encima todo el rato.
Rusia por su parte mira a Colombia constantemente, preocupando a Azerbaiyán, quien sospecha que Rusia se enamoro del latino.
(...)
Llovía, muy fuerte, tal como en su sueño, se paró en la entrada y saco su sombrilla; vio como un carro se acerca a él y para en frente suya. Sus nervios se disparan al saber que es Rusia.
La ventanilla del carro bajo, dejando ver al eslavo que mira sin expresión a Colombia, asustandolo.
— Хотеть... (¿Quieres...) — Se quedó en silencio un momento, miro al volante y luego a Colombia, nuevamente — ¿Quieres que te lleve? Está lloviendo mucho. —
Colombia sonrió y mostró su sombrilla confiado — No papi, muchas gracias yo vengo es preparado. — Dijo con euforia.
Rusia ni se inmutó por como le había llamado, o bueno, eso muestra por fuera. Por dentro, aunque sabe que es un modismo, se siente feliz.
Colombia abre su sombrilla feliz. Para su desgracia está se daña casi que al instante, consiguiendo una pequeña risa por parte del ruso.
— Ahora si, ¿Quieres que te lleve? — Pronuncia intentando contener una risa.
— B-bueno, tocara. — Hablar en ese momento le es complicado.
Entra en la parte del copiloto y se abrocha el cinturón. Rusia arranca el carro y todo queda en silencio.
— Gracias. — Habla Colombia.
Rusia asiente.
Colombia recuerda que debe marcar su casa en el GPS, por lo que manda su mano ahí, Rusia hace lo mismo, chocando ambas manos.
Los dos se miran a los ojos, Colombia se sonroja y quita la mano rápidamente, Rusia marca el camino a casa de Colombia.
— Se dónde vives, vives con Venezuela. —
Rusia vuelve la mirada a la carretera, Colombia está a nada de retorcerse, al parecer el sueño le ganó.
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