Seis sueños. Ruscol Terminada

7 meses

Mañana se cumplen 7 meses desde que Colombia y Rusia son pareja. Colombia piensa en llevar a Rusia a ver el eclipse para celebrarlo, pero no sabe si Rusia tendrá el día libre para el.

Lo llama nervioso, esperando que este disponible.

Por su parte, Rusia se encuentra en su escritorio, firmando unos compromisos de sana convivencia que le dió ONU después de sancionarlo por décima vez en el mes. Escucha su tono de llamada, alegrandose rápidamente al ver quién lo llamaba. Contesta con una sonrisa que solo se forma cuando habla con el latino.

— Hola Колумбия. (Colombia) — Dice al contestar la llamada.

— ¡Ruuss! — Grita emocionado al teléfono, pero aún así, Rusia nota su nerviosismo.

— ¿Pasa algo, Уважаемый? (Cariño) — Pregunta ante el nerviosismo de su pareja.

Colombia se ríe para intentar alivianar la situación — Nop... Solo quería saber algo. —

— Mhm. — El eslavo arquea una ceja para si mismo y le da paso a qué Colombia pregunté.

— ¿Está libre? —

— Si, ¿Por qué? —

Rusia ya estaba llegando a la casa del colombiano, emocionado y apresurado por la inminente sorpresa que le daría su enamorado.

Por su parte, Colombia está emocionado, ya casi es hora del eclipse, pero, para su alivio, ya tenía el lugar listo. Había decorado el techo de su casa de tal forma que había una cama improvisada, una mini nevera portátil, comida y decoraciones.

Al entrar el ruso en la casa busca directamente a su novio. Lo encuentra mirando por la ventana fijamente, tan concentrado que no sintió cuando su pareja entro en la casa.

Rusia se acerca para asustarlo, pero Venezuela se le adelanta y asusta a los dos, consiguiendo que Colombia casi se va de cara al piso por la ventana y que Rusia casi le saque un arma de fuego.

Tras una pequeña charla con Venezuela, Colombia invito a Rusia a salir por la ventana y subir al techo; el ruso, no muy confiado, obedeció y salió, encontrándose con todo decorado.

Cuando ambos estuvieron en la cama del techo, Colombia le indico a su novio que se acostara y mirara el cielo, al fin y al cabo countries no necesitan nada para ver el eclipse sin dañarse lo ojos.

— ¿Qué pasa? — Pregunta curioso, pues hasta el momento no logra captar lo que sucedía.

— Hoy hay un eclipse, ¿No sabía? Que lenteja. — Responde mirándole a los ojos.

— No lo recordaba. —

Después de esa pequeña charla ambos permanecen en silencio, espectantes del eclipse, tomados de la mano y sonriendo por la compañía del otro.

En medio del eclipse deciden besarse y manosearse, pues ahora el sol no podía ser testigo de esto, tan solo sus manos sabrían lo que cada uno toca.

El colegio me está matando kdjdkdjd, se que no les importa, pero como dato: estudio de 6 AM a 5 PM

En fin, ya falta poco para acabar con esto

Duerman bien y tomen agua